La tienda de Kukuxumusu de la calle Estafeta ya no marca el paso tiempo para indicar cuánto faltan para los próximos sanfermines. Desde el 14 de julio sus puertas están cerradas, una situación que también vive el establecimiento de Donostia y tan solo permanece abierta la tienda de la calle Mercaderes, que también bajará la persiana en septiembre y que se encuentra en proceso de liquidación.
El desencadenante de esta situación radica en una notificación de Hacienda que recibió Univers Paloseco, distribuidora de Kukuxumusu. En la misma, se le recordaba la deuda que tiene con el citado organismo correspondiente a los ejercicios de 2001 a 2004 y que se hacía efectiva en 2007. Desde entonces, han cambiado los propietarios, tras el desembarco de Ricardo Bermejo y la posterior polémica salida del proyecto de Mikel Urmeneta. Pero Hacienda considera que existe una continuidad de empresa y por ese motivo reclama el abono de la deuda, cercana al millón de euros.
Tras la comunicación, la sociedad entró en concurso de acreedores y hace un mes salieron veinte de la treintena de empleados con los que contaba, el pasado día 1 otros siete y en la actualidad solo quedan tres.
De esta manera finalizará el proyecto puesto en marcha en 1989 y que ha sido uno de los referentes del diseño en todo el mundo desde Nafarroa.

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