MARK BARNÉS
DONOSTIA

Soñando bajo la lluvia

La Plaza de la Trinidad acogió la presentación del proyecto liderado por el saxofonista Joshua Redman «Still Dreaming» y la actuación de unos gamberros Unspeakable Garbage, en una noche pasada por agua.

Los elementos no pudieron con Joshua Redman. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Los elementos no pudieron con Joshua Redman. (Idoia ZABALETA/FOKU)

La primera parte del concierto corrió a cargo del cuarteto formado por Joshua Redman (saxo tenor), Ron Miles (corneta), Scott Colley (contrabajo) y David King (batería) que, a pesar del diluvio, pudieron presentar el proyecto ‘Still Dreaming’ (Nonesuch, 2018), trabajo nominado al Grammy al mejor álbum instrumental que toma como fuente de inspiración al grupo Old and New Dreams, que estuvo en activo entre 1976 y 1987 y cuya alineación la formaban el saxofonista Dewey Redman –padre de Joshua–, el cornetista Don Cherry –padrastro de Neneh, de quien tomó su apellido y que poco después actuaba en el Escenario Verde de la Zurriola–, el contrabajista Charlie Haden y el baterista Ed Blackwell, todos ellos estrechos colaboradores del gurú del free jazz Ornette Coleman.

El concierto arrancó con ‘Blues for Charlie’, dedicado al citado contrabajista acompañante de Coleman, para continuar con ‘New Year’, ambas composiciones originales publicadas en el mencionado disco que grabaron todos los intérpretes que ayer estuvieron presentes sobre el escenario de «la Trini» a excepción del batería, ya que en la grabación figuraba Brian Blade en lugar de Dave King.

Si bien Redman advirtió de la posibilidad de tener que cancelar su actuación porque la lluvia estaba empapando el escenario y por ello empezaban a sentirse «en peligro», finalmente pudieron completar un brillante recital en el que agradecieron al público su persistencia en una condiciones en las que, «si hubiera sido en California, el concierto se habría suspendido inmediatamente».

En la segunda parte del concierto pudimos escuchar el nuevo proyecto del bajista Moppa Elliott –líder de Mostly Other People Do the Killing–, bautizado, en una clara declaración de intenciones, como Unspeakable Garbage. Y es que el proyecto, que cuenta con el saxofonista Bryan Murray, el guitarrista Nick Millevoi, el pianista Ron Stabinsky –también miembro de MOPDtK– y el baterista Dan Monaghan, surge sin mayor pretensión que la de pasarlo bien y celebrar varias aficiones que comparten los miembros de la banda, como es el caso de la música rock de los años 80 –destacando su veneración por Van Halen– o la película de Sylvester Stallone ‘Rocky IV’, de cuya banda sonora interpretaron un par de fragmentos.

En un concierto muy distendido y cachondo, los músicos, naturales de Pensilvania y Filadelfia, se burlaron, entre otras cosas, de la «estúpida» tradición del Día de la Marmota, método folklórico utilizado por algunos granjeros de EE.UU. y Canadá para predecir el invierno basado en el comportamiento del animal al salir de su periodo de hibernación y que pudimos conocer gracias a la película interpretada por Bill Murray ‘Atrapado en el tiempo’.

No obstante, a pesar de lo divertido de la propuesta, el aguacero era tan constante y despiadado que el público fue abandonando la Plaza de la Trinidad hasta quedarse prácticamente vacía.

Tarde «atómica» en el Kursaal  

Los escandinavos Atomic regresaron a Donostia quince años después de la triple actuación que protagonizaron en las terrazas del Kursaal en 2004, si bien esta vez la banda, compuesta por el trompetista Magnus Broo, el saxofonista y clarinetista Frederik Ljungkvist, el pianista Håvard Wiik, el contrabajista Ingebrigt Håker Flaten y el batería Jon Fält, estuvo ampliada por varios miembros de la noruega Trondheim Jazz Orchestra: Signe Emmeluth (saxo alto), Per «Texas» Johanson (saxo tenor), Hild Sofie Tafjord (trompa), Ole Jørgen Melhus (trombón), Adrian Løseth Waade (violín), Lene Grenager (violonchelo) y Kyrre Laastad (vibráfono y segunda batería).    

En un Kursaal con la parte superior cerrada al público y registrando una modesta entrada, los nórdicos presentaron un interesantísimo aunque complejo proyecto, a medio camino entre el jazz y la música contemporánea, en el que realizaron un brillante estudio tímbrico, abundaron intrincados compases de amalgama y también hubo reminiscencias a la música de Ornette Coleman aunque, a pesar de que hubo lugar para momentos puntuales de improvisación colectiva, la gran mayoría del repertorio estaba perfectamente medido y escrito.    

Una estupenda actuación que a los que fuimos testigos de su anterior visita en 2004 nos dio la sensación de que tal vez en aquella ocasión hicieron más honor a su nombre y estuvieron más «orgánicos», mientras que en la presente visita parecieron más «cerebrales» e intelectualizados. En cualquier caso, fue un fabuloso concierto.

Homenaje a «Bola de Nieve» al mediodía 

El Teatro Victoria Eugenia rozó el lleno para recibir la visita de la genial y siempre divertida María Isabel Quiñones «Martirio», que estuvo acompañada por el pianista Chano Domínguez.   

La onubense y el gaditano ya nos visitaron en la 31ª edición del festival (1996), aquella vez en formato de cuarteto, cuando se encontraban presentando el material que poco después quedaría grabado en el fabuloso disco ‘Coplas de Madrugá’ (El Europeo, 1997) y que fue pionero en la fusión de los géneros de la copla y el jazz. Pero en esta ocasión se encuentran presentando un nuevo proyecto en homenaje al cantante y pianista cubano Ignacio Jacinto Villa Jiménez ‘Bola de Nieve’ (1911-1971), que verá la luz en formato de disco el próximo mes de octubre.    

Si Bola de Nieve era un experto cantando sobre temas como el amor y el desamor, pero también lo hacía con maestría sobre el humor, nadie mejor que Martirio para asumir ese mismo papel tragicómico, en lo que la cantante describe como un «vendaval de emociones».   

Destacaron ‘Drume negrita’, ‘El manisero’ e incluso una preciosa versión de ‘La vie en rose’, en un emocionante concierto en el que la onubense quiso dedicar una pieza al poeta y cantautor Jabier Muguruza y a su mujer, Maite Aseginolaza, ambos presentes en el teatro.