Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Supervivencia y vida en comunidad

EN UN LUGAR TRANQUILO 2
EEUU. 2020. 97’ Tít. Orig.: ‘A Quiet Place: Part II’. Dtor. y guion.: John Krasinski. Prod.: Michael Bay, Brad Fuller, Andrew Form y John Krasinski. Int.: Emily Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Cillian Murphy, Djimon Hounsou. Fot.: Polly Morgan

Millicent Simmonds, Noah Jupe y Emily Blunt son la familia Abbott. (NAIZ)
Millicent Simmonds, Noah Jupe y Emily Blunt son la familia Abbott. (NAIZ)

Al principio, John Krasinski se resistía a hacer una continuación de su gran éxito cinematográfico y el estudio Paramount le convenció para que al menos escribiera el guion para otro director, y ahí ya finalmente optó por tomar las riendas de nuevo. Su paso de la interpretación a la dirección autoral está marcado por la enorme repercusión de ‘En un lugar tranquilo’ (2018) que, con un bajo presupuesto de 17 millones de dólares, hizo en taquilla casi 350 millones. Así que no se podía negar.

Y todo gracias a la originalidad de su idea argumental, que ahora debía extender de forma coherente. A pesar de las actuales restricciones, ‘En un lugar tranquilo 2’ (2020) lleva recaudados más de 100 millones, por lo que incluso podría superar a su precedente.

El silencio era la clave de esta creación distópica de fantaterror, dado que la especie invasora carecía de visión y, a cambio, tenía el sentido auditivo muy desarrollado. Frente a semejante amenaza, a la familia Abbott solo le quedaba para poder sobrevivir el recurso de moverse sin hacer ruido, con tal de pasar desapercibidos a los alienígenas.

Estaba en juego la capacidad de adaptabilidad por parte de un grupo familiar con una niña sorda y un bebé a cuestas, lo que dificultaba su aprendizaje ante la nueva situación sin contaminación sonora. El sacrificio paterno, representado actoralmente por el propio John Krasinski, contenía la clave del obligado proceso evolutivo.

Una figura paterna que es evocada a través de puntuales flash-backs, pero que da paso a una etapa diferente de matriarcado. Para la madre y los suyos no se trata únicamente de escapar al invasor, sino que además se les plantea el problema de la convivencia con el resto de la humanidad viva, y es que sus propios congéneres pueden ser otro enemigo a evitar, empezando por un inquietante Cillian Murphy, que puede ser un mal socio.