EH Bildu dará luz verde también a los terceros presupuestos de la legislatura en Nafarroa, tras cerrar el acuerdo con el Gobierno de María Chivite. Un proyecto que reviste un carácter especial en el escenario de salida de la pandemia, tanto en lo sanitario como en lo socioeconómico.

La lehendakari navarra destacó el jueves en el Parlamento navarro que esta salida se producirá «con recursos y no con recortes». El proyecto será llevado a la Cámara este mismo lunes.

El Ejecutivo ha indicado, a través de una nota, que «la aprobación de los presupuestos en estos momentos tiene que ser una respuesta a las necesidades de la ciudadanía navarra, debiéndose reforzar el compromiso de pensar en las personas como objetivo principal en la ejecución de las políticas públicas de gasto».

El documento, que «reconoce algunas discrepancias entre las partes en el ámbito fiscal», recoge una serie de compromisos en materia tributaria que inciden en cuestiones como «los beneficios fiscales, la fiscalidad verde o las pensiones».

De igual modo, en el texto se manifiesta que «las enmiendas que se presenten se harán con arreglo a prioridades sociales y dentro de los planteamientos realizados en los documentos presentados por EH Bildu al Gobierno».

Los firmantes se comprometen a cumplir una serie de compromisos en asuntos como «el compromiso con la financiación municipal, el avance en la consecución de la gratuidad del ciclo 0-3 a las familias con rentas inferiores a 18.000 euros o, en materia de Salud, el refuerzo de la plantilla de profesionales de Psicología en Atención Primaria».

Geroa Bai, uno de los socios que integra el Ejecutivo, ha señalado que  estas cuentas «van a servir para consolidar la orientación presupuestaria iniciada en 2015 y que dan continuidad a la apuesta por el impulso de la economía y el desarrollo económico, la cohesión social, la mejora de la calidad de los servicios y la vertebración territorial».

«Los presupuestos obtendrán luz verde un año más gracias a una mayoría progresista y plural que vuelve a dotar de estabilidad política a la Comunidad foral», ha añadido, criticando «la actitud de Navarra Suma, primera fuerza parlamentaria, que un año más ha optado por la autoexclusión previa a toda negociación».

El PSN, por su parte, ha valorado de manera positiva el trabajo en equipo con EH Bildu ya que considera que el acuerdo es un «fuerte compromiso por el progreso de Navarra de quienes, de manera generosa y dejando a un lado los desacuerdos, negocian por un consenso que tiene como objetivo el bien del conjunto de las y los navarros». El secretario de Organización de partido, Ramón Alzórriz, considera que los terceros presupuestos son «un logro» que manifiesta la «estabilidad y el liderazgo de la presidenta María Chivite».

Según Alzórriz, el acuerdo «es básico para conseguir una salida justa de la crisis porque son unas cuentas que ponen el foco en el gasto social, alcanzando el 54,8% del total presupuestario y ponen a disposición de la ciudadanía y sus necesidades 500 millones del Plan Reactivar Navarra o 200 millones de fondos europeos. Es un presupuesto de recuperación e ilusión».

Ha destacado que «el acuerdo no contempla intereses más allá de los que preocupan a la mayoría progresista y de izquierdas que comparten las políticas del Gobierno de Navarra», por lo que ha agradecido «la mirada amplia de quienes se saben representantes de la sociedad navarra y evitan miradas partidistas prefiriendo centrarse en ofrecer medidas que permitan resolver las preocupaciones del día a día de las personas».

Podemos-Ahal Dugu ha señalado que el acuerdo es «muy positivo» y evidencia los frutos de un «diálogo productivo» entre «fuerzas progresistas».

Javier Esparza, portavoz de Navarra Suma, ha reprochado que «EH Bildu manda cada día más en Navarra gracias a María Chivite». En su opinión, más allá del contenido del acuerdo, «lo importante es la constatación y la consolidación del pacto de legislatura entre el PSN y EH Bildu, más allá del contenido concreto en el que, por otro lado, es evidente el reparto de dinero para sus colectivos. La clave es que significa un paso más en la normalización de EH Bildu, tal y como el señor Cerdán indicó que había que hacer al inicio de esta legislatura, y tal y como la señora Chivite está cumpliendo al pie de la letra siguiendo sus dictados».

En esa misma línea, el PP ve en el pacto entre PSN y EH Bildu una «imposición» de Pedro Sánchez para que «los herederos de ETA» posibiliten el proyecto de las cuentas del Estado Español.