El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, uno de los dirigentes independentistas que ha sido espiado con el programa Pegasus según las informaciones publicadas por ‘The New Yorker’, ha destacado que el origen del problema es que en el Estado español no hubo ruptura democrática y que sectores oligárquicos «salieron de rositas y siguen funcionando».

Otegi, que ha sido entrevistado por Pablo Iglesias en el podcast ‘La Base’, ha insistido en que lo relevado «no es ninguna sopresa» y que a militantes de la izquierda abertzale se le han colocado geolocalizadores, se han instalado micrófonos en sus sedes o, directamente, se ha recurrido a la guerra sucia.

«El Estado español considera que todo es lícito para perseguir a la disidencia», ha añadido Otegi.

Sin reacción del Gobierno español

Preguntado sobre si EH Bildu, que mantiene una relación de diálogo con el Gobierno español en el Congreso, ha recibido alguna llamada de los ministerios del Interior o de Defensa para dar explicaciones sobre las acusaciones de espionaje, ha respondido que no, «en absoluto».

En este sentido, ha destacado que «se van a enrocar en términos que serían de risa si no fueran trágicos». Para Otegi, tampoco hay sorpresa en este ámbito. «No somos niños y ya conocemos la historia», ha añadido.

Otegi tampoco espera que el Estado investigue sobre las denuncias formuladas. «No esperamos que existan. No se va a producir ninguna investigación en profundidad. No ha habido ningún Gobierno que haya puesto en cuestión al Estado profundo, que va a seguir actuando», ha señalado.

Preguntado sobre si, tal y como han avanzado desde Catalunya dirigentes como el president Pere Aragonès, el escándalo del espionaje va a condicionar la estrategia de la izquierda abertzale en Madrid, Otegi ha incidido en la necesidad de distinguir varios planos.

Confrontación ante modelos autoritarios

«Cuando hablamos con el PSOE ya sabemos qué es y qué ha hecho», ha indicado para señalar que en estos momentos «aun siendo independentistas, como parte de la izquierda, no nos podemos sustraer a algo que va más allá de nuestro país, de Euskal Herria, y también más allá del Estado español».

Ha comparado la situación política actual con la de la década de 1930, destacando que lo que está en juego es una confrontación entre un modelo de democracia burguesa y modelos autoritarios. En este contexto, «nos interesa sumar con todas las fuerzas progresistas» frente a la reacción «porque si no, esta se va instalar». Ha subrayado que son necesarias la asunción del derecho a decidir y una profunda democratización del Estado.

Otegi ha señalado que entiende la posición de los independentistas catalanes, «porque han estado negociando mientras les estaban espiando», pero ha abogado por actuar en un escenario más amplio.