Ettore Messina tiene ya 63 años y ejerce de primer entrenador al máximo nivel desde 1989. Tiempo suficiente como para engordar un palmarés y como para sumar anécdotas, amistades, algún cadáver en el armario y enemigos en alguna que otra grada. Nada fuera de lo común en lo que se refiere al deporte profesional, y no será el de Catania quien pierda el sueño porque un rival lo considere algo más que un adversario puntual y decida que todo el mal –deportivo, solo deportivo y nada más que deportivo– que le suceda, bienvenido sea.

Don Ettore es miembro del Salón de la Fama FIBA desde 2020, pero como sigue en activo, vive también de los resultados. El de Catania se ha convertido, junto con Txus Vidorreta, en uno de esos enemigos íntimos para la parroquia baskonista, fruto de diversos encontronazos a lo largo de la historia. El siciliano es un hombre culto, amable y que esucha y habla claro en las distancias cortas, como quedó patente en la Final Four de Gasteiz 2019, cuando ofreció su punto de vista de la actualidad del baloncesto en su, en aquel entonces, condición de entrenador ayudante de los San Antonio Spurs.

Pero cuando está imbuido en el fragor de la batalla, la vena siciliana no le tarda en saltar –y a mucha honra–, haciendo gala de un pronto considerable, sobre todo en sala de prensa, que es donde ha tenido sus momentos más memorables, pero no solo con la prensa, sino también con algunos colegas, como el cara a cara que tuvo el año pasado con Andrea Trinchieri –otro que, por lombardo que sea, no le envidia en sangre caliente–, a cuenta de una rueda de prensa en la que a Messina no le hizo ninguna, pero es que ninguna gracia, que el técnico del Bayern de Múnich alargara hasta la exageración su alocución.

Así las cosas, quedamos advertidos de cara a la rueda de prensa del partido de este jueves, a partir de las 20.30, entre Saski Baskonia y Armani Milano, ya que llega a Zurbano con el dudoso honor de ocupar la última plaza de la Euroliga, con un balance de 3-7, empatado con Asvel Villeurbanne, Bayern de Múnich y Alba Berlín.

Si bien el Alba y el Asvel Villeurbanne no partían entre los favoritos para colarse en el Top 8, el Bayern quizá tuviera un hueco en la parte baja de los elegidos. Pero el cuadro lombardo, en cambio, sí aspira a cotas más altas. Hay que recordar que se metió en la Final Four de Colonia 2020 y solo un a canasta sobre la bocina de Cory Higgins dejó a los de Messina lejos de la finalísima. Es decir, que su resultado hasta el momento es decepcionante y el cargo de Ettore Messina podría llegar a estar en peligro si no se corrige ya.

Y porque necesita corregir a la voz de ya. Los lombardos ganaron tres de sus cinco primeros choques, pero después de ganar al Bayern de Múnich, han caído en las cinco jornadas posteriores, con el punto más bajo en el 51-80 encajado ante Anadolu Efes, un duelo que cuesta creer que llegara el descanso con empate a 34.

Casualidad o no, la lesión de Shavon Shields parece una de las claves de esta entrada en barrena del Armani Milano. El alero nacionalizado danés empezó la temporada erigidio en la primera referencia ofensiva lombarda, promediando 14,7 puntos, pero después de la victoria en Múnich, Shields se lesionó el tendón de su pie izquierdo, una lesión de cuya recuperación está a mitad de camino, por lo que no jugará en Gasteiz. Para más inri, Kevin Pangos, uno de sus fichajes estrella, también se perderá los siguientes partidos hasta, por lo menos, final de año por una lesión de rodilla, y aunque el conjunto lombardo ha reforzado sus filas fichando al internacional francés Luwawu-Cabarrot, su nave esté lejos de haberse enderezado.

Su última derrota fue un 77-82 en el Mediolanum Forum frente a Fenerbahçe, jornada en la que Pangos se lastimó la rodilla. Asimismo, los pupilos de Messina son los que menos anotan en el torneo continental, con poco más de 68 puntos por partido, por los casi 88 del Baskonia.

Visto lo visto, hasta el propio Ettore Messina ha saltado sobre su propia yugular, o lo hará pronto si su andadura no se endereza pronto. «Si seguimos jugando así, iré al señor Armani para decirle que necesitarían a alguien mejor», ha dicho recientemente.

Peñarroya no se fía

Fiel a su papel, Joan Peñarroya no ha querido fiarse ni un pelo de lo que le viene este jueves al Buesa Arena. Para empezar, ha ilustrado a los periodistas en la previa con un dato: los tres triunfos hasta la fecha de Armani Milano han llegado a domicilio.

«Es un rival que, si ves su roster, hace que pongas los pies en el suelo. Estamos hablando de un trasatlántico a nivel europeo. Y aunque ahora mismo venga de varias derrotas, hay que tener en cuenta que esta clase de rivales quizá se sientan más a gusto jugando fuera de casa que en casa», ha subrayado el entrenador de Tarrasa.

En todo caso, el técnico gasteiztarra ha indicado que «para ganar en Euroliga es preciso jugar a muy buen nivel siempre, y a veces ni siquiera así es posible ganar. Por mucho que Milano esté abajo en la clasificación, con los jugadores que tiene y con el entrenador que tiene, tendremos que hacer un muy buen partido si queremos ganar nosotros».

En ese sentido, imponer el ritmo será una de las claves en el devenir del choque. Sabido es que la baja anotación lombarda se debe en gran medida a que el conjunto de Ettore Messina practica un juego más pausado y jugando a menos posesiones.

«Milán es un muy buen equipo que defiende bien y con un ritmo más controlado. Parece que juegan a un ritmo diferente del que queremos poner nosotros. Veremos quién se impone», ha expuesto.

Tadas Sedekerskis sigue sin entrenarse junto a sus compañeros a cuenta de sus problemas en el abductor de la pierna derecha. Según el preparador baskonista, ya este jueves intentarán que empiece a entrenarse con sus compañeros, pero para el partido del primer de diciembre, el descarte será el alero lituano.

Ello implica que el golpe que recibiera Arturs Kurucs en el hombro frente a Girona se ha quedado en un susto –el propio jugador letón quiso tranquilizar a los aficionados informando a través de sus redes sociales que se encontraba bien– y que en breve, Joan Peñarroya contará con su plantilla al completo, algo que el preparador baskonista ha definido como «buenísimo», contraponiendo que «aunque sea una putada decirle a un jugador que no va a jugar, peor es ir al partido con solo ocho o nueve»