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La transmisión, en manos de la juventud

Miles de jóvenes salieron a la calle en defensa del euskera en una movilización histórica celebrada el 21 de mayo, en la que animaron a la ciudadanía a que se active y a la administración pública a que adopte medidas en torno a políticas lingüísticas que respondan a los retos y necesidades actuales.

Cabecera de la manifestación que reunió a miles de jóvenes comprometidos con el futuro del euskera.
Cabecera de la manifestación que reunió a miles de jóvenes comprometidos con el futuro del euskera. (Aritz LOILA | FOKU)

El sábado día 21 de mayo, miles de personas tomaron las calles de Donostia atendiendo al llamamiento de Gazte Euskaltzaleen Sarea, la Red de Jóvenes Euskaltzales. Bajo el lema “Euskara Aurrera”, la manifestación partió del túnel del Antiguo y finalizó en el Boulevard, el mismo lugar donde un mes antes se celebró el acto de clausura de Korrika.

Al inicio de la movilización, el secretario general de Euskalgintzaren Kontseilua, Paul Bilbao, en declaraciones a la prensa, destacó dos palabras: ilusión e inflexión. «Por un lado, la ilusión de que volvemos a llenar las calles de Donostia con ilusión, pero también con determinación, para reivindicar que queremos vivir en euskera y para difundir a los cuatro vientos que vivir en euskera es nuestro derecho. Todo esto lo hacemos con ilusión. Con ilusión, porque vemos que la cadena del euskera no se ha interrumpido».

En este sentido, añadió que Gazte Euskaltzaleen Sarea «ha demostrado determinación para avanzar en la lucha por el euskera, por lo que a partir de ahora tenemos un sólido eslabón del euskera. Creemos que tendremos que guardar el día de hoy en la historia del euskera».  

Y, por otro lado, en referencia a la inflexión, señaló que «hoy en día todavía no se puede vivir en euskera en Euskal Herria, y para ello es necesario, de una vez por todas, revisar las políticas lingüísticas y poner en marcha las políticas que permitan el derecho a vivir en euskera lo antes posible. Por eso nos hemos unido hoy aquí. Desde la unidad, y con una única reivindicación: Euskara aurrera».

Preocupación

En el acto de clausura, celebrado en el Boulevard, tomaron la palabra Begoña Garaikoetxea, portavoz de Gazte Euskaltzaleen Sarea, y Aize Otaño, representante de la coordinadora de euskaldunización AEK, recordando que la preocupación por la situación del euskera les llevó a poner en marcha el proyecto Euskara Aurrera.

Los organizadores enumeraron algunos de los retos a los que se enfrenta el euskera: euskaldunizar plenamente a las nuevas generaciones, ampliar el espacio y los ámbitos para poder vivir cómodamente en euskera, incrementar su presencia en las pantallas, convertir el euskera en una lengua de acogida, garantizar la gratuidad de una vez por todas y convertir el euskera en una lengua de cohesión social.

A continuación, animaron a la ciudadanía a que se active y a la administración pública a que adopte cambios estructurales: «Exigimos a los gobiernos de todo el territorio del euskera que, antes de que sea demasiado tarde, y en colaboración con la ciudadanía y con los agentes que trabajan en defensa del euskera, debatan y tomen medidas en torno a políticas lingüísticas que respondan a los retos y necesidades actuales».

Por último, los convocantes señalaron que el proceso de revitalización del euskera necesita «un nuevo impulso de país» y reivindicaron que es imprescindible que cada individuo adopte su compromiso: «Si vamos a dar nuevos pasos en la euskaldunización, será gracias al latido euskaltzale, fuerte, organizado y renovado. Es hora de activar y organizar el euskera».