Aunque Saski Baskonia afronta este viernes un nuevo partido en el Buesa Arena, un duelo que tendrá lugar a las 20.30 frente al Bayern de Múnich de Andrea Trinchieri, el «combo guard» letón Arturs Kurucs ha subrayado que el equipo gasteiztarra precisa igualar lejos de casa las prestaciones que ofrece en Zurbano.

«Ciertamente, jugamos muy bien en casa, como se ha visto en los últimos partidos –palizas a Girona, Armani Milano y UCAM Murcia–, algo que sucede en buena medida por la afición. Por los aficionados y por los jugadores igualmente, porque salimos con muchas ganas y con el carácter, pero el siguiente paso sería mejorar nuestro juego fuera de casa».

Hasta la fecha, el cuadro baskonista solo suma dos derrotas como local: una frente a Lenovo Tenerife en la Liga ACB –los de Txus Vidorreta lideran la clasificación de la competición doméstica– y otra en la Euroliga, frente a Olympiacos –un conjunto heleno que ha perdido un poco de su empuje inicial, después de haber perdido dos de sus tres últimos partidos, lo cual les ha supuesto caer a la quinta plaza, con un balance de 7-4.

En cambio, los de Joan Peñarroya siguen con una sola victoria a domicilio en la competición europea, la conseguida en Valencia en la primera jornada, seguida de derrotas ante Asvel Villeurbanne, Panathinaikos, AS Mónaco y Barcelona –por más que el nivel de juego ha ido mejorando–, al tiempo que en la competición doméstica Barcelona y Manresa han sido las plazas en las que Saski Baskonia ha caído, superando en cambio a huéspedes tan potencialmente correosos como Bilbao Basket y Basket Zaragoza.

En ese sentido, la valoración de Kurucs ha sido tan positiva como autocrítica de cara al futuro. «Este año, respecto del año pasado, estamos jugando mejor. Pero para decir que este año el equipo está siendo más regular deberíamos ganar más partidos fuera de casa. Para eso, hay que jugar con más energía también fuera», ha indicado el jugador báltico.

A nivel personal, Kurucs ha reconocido que se siente mucho mejor, dado que tiene muchos más minutos que en las temporadas anteriores, un sentimiento en el que el nuevo técnico tiene algo que ver. «Jugar, poder ofrecer algo al equipo y ganar siempre sientan bien. Esto probablemente se deba al entrenador. Yo lo estoy disfrutando y estoy intentando sacar lo máximo», ha explicado.

«En cualquier jugador profesional lo más importante es la confianza. Cuando te la da el entrenador y te apoyan los compañeros, sacas tu mejor juego», ha remachado el canterano del Baskonia.

El escolta nacido en Cesis ha sumado en nueve encuentros de la Liga ACB en los que ha saltado a la cancha ya más de la mitad de los 288 minutos de los que dispuso la pasada campaña en 28 partidos –ya lleva 155–, promediando 6,2 puntos, 1,9 asistencias y 1 rebotes en 17 minutos.

En Euroliga su peso específico es mucho menor, en cambio. Ha participado en nueve de los once partidos disputados hasta la fecha, y promedia apenas 8 minutos de juego con 0,9 puntos y 1,2 asistencias.