Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Loa a la afición vasca: un increíble muro de ruido y pasión

El Tour vivió este sábado el primero de sus tres episodios por Euskal Herria. Las imágenes de miles y miles de aficionados agolpados en las cunetas no han pasado desapercibidas y ciclistas, equipos, medios de comunicación y usuarios de todo tipo se han hecho eco del despliegue.

El italiano Jacopo Guarnieri, ikurrina en mano, en Pike Bidea.
El italiano Jacopo Guarnieri, ikurrina en mano, en Pike Bidea. (H. Bilbao | Europa Press)

Cuando los escapados se jugaron los puntos del alto de Laukiz, a 170 kilómetros de meta, como si del final de etapa se tratase, lo hicieron en medio de un pasillo de aficionados. Y así, hasta meta. Cientos de miles de personas se agolparon en las cunetas de Bizkaia para seguir la primera etapa del Tour y el tantas veces repetido eslogan de «la mejor afición ciclista del mundo» volvió a lucir.

El getxoztarra Jonathan Castroviejo corría en casa y, a pesar de toda la experiencia que ya acumula, no olvidará con facilidad lo vivido en este arranque.

Pero no solo los locales agradecieron el apoyo. «Fue muy duro, pero la multitud fue increíble. Como si nunca hubiera estado en algo así antes. Quiero decir, la afición vasca estaba loca y no puedes oírte pensar, fue tan fuerte», explicaba el esprinter del DSM Sam Welsford. «Increíble», añadía su compañer Matthew Dinham

El escalador australiano de Jayco-AlUla coincidía con su compatriota, definiendo lo vivido como «bastante irreal». «A veces, era sólo un muro de ruido. Pero fue bastante agradable», explicaba al final de la etapa.

El eritreo Biniam Girmay se estrenó ayer en el Tour y al final de la jornada se mostraba encantado: «Ha sido una gran experiencia, especialmente en la última subida con toda esta gente. Lo he disfrutado mucho». Otro que debutaba era el andaluz Juanpe López.

«Piel de gallina todo el día»

El ganador de Milan-San Remo y París-Roubaix John Degenkolb, antes del inicio de la segunda etapa, ha recordado el recorrido de este domingo tiene un aire a la Klasika de Donostia y que será «el día 2 de la locura de los fans vascos». «La piel de gallina todo el día», ha señalado.

El ambiente fue espectacular desde primera hora de la mañana, y se fue calentando conforme se acercaba el pelotón. No se vieron carreras junto a los corredores. Es más, había tal gentío que resultaría imposible intentarlo. Y entre esa muchedumbre, el "landismo" también estuvo presente.

El muro naranja vibró en Pike bidea con la llegada en avanzadilla de Adam Yates, Tadej Pogaçar, Jonas Vingegaard y Victor Lafay. Lo hizo con el italiano Jacopo Guarnieri, que superó el muro ikurrina en mano. Y no dejó de hacerlo hasta que el esprinter Mark Cavendish, 20 minutos más tarde, pasase rodeado de su guardia, cerrando la carrera.

El Team TotalEnergies y el Groupama-FDJ coincidieron a la hora de resumirlo como «la fiebre vasca» y «el fervor vasco», respectivamente. El vídeo publicado por estos últimos es un buen reflejo de lo que se pudo vivir ayer desde dentro de la carrera.

La organización del Tour, del mismo modo, se ha deshecho en elogios hacia lo vivido ayer en las carreteras vascas.

También los medios internacionales se hicieron eco de la respuesta de la afición. ‘The Guardian’ titula «El orgulloso corazón vasco acoge calurosamente el regreso de Grand Départ». La cadena públcia británica ITV lo resumía así: «Son otra cosa». Por su parte, ‘Le Parisien’ se introdujo en la «loca marea naranja» de Pike bidea. «¡Es mejor que en el Tourmalet!», concluyen.