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El Estado Islámico asume el ataque en una sala de conciertos en Moscú, con al menos 133 muertos

El Estado Islámico ha reivindicado el ataque cometido este viernes por la tarde en la sala de conciertos Crocus City Hall en las afueras de Moscú, que deja un balance provisional de 133 muertos y más de 100 heridos. Hay once personas detenidas.

Vehículos de emergencias esta mañana en el exterior de la sala atacada.
Vehículos de emergencias esta mañana en el exterior de la sala atacada. (STRINGER | AFP)

Un grupo de hombres ha irrumpido a tiros este viernes por la tarde en una sala de conciertos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de Moscú, en un ataque que luego ha sido asumido por el grupo yihadista Estado Islámico. Se contabilizan ya 133 personas muertas.

El ataque se ha producido en el centro comercial Crocus City Hall, adonde un «grupo de dos a cinco personas no identificadas, vestidas con uniformes tácticos y armadas con armas automáticas», han abierto fuego contra agentes de seguridad en la entrada de la sala de conciertos y luego «han comenzado a disparar contra la audiencia», dejando un balance provisional de al menos 133 víctimas mortales –entre ellas tres niños– y más de cien heridos, algunos de ellos de gravedad, según ha confirmado el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso.

Seguidamente ha tenido lugar una explosión y se ha declarado un incendio de grandes dimensiones, que consume cerca de un tercio del edificio, lo que ha obligado a la intervención de servicios de Bomberos. Los equipos de emergencias también se han trasladado hasta el lugar y han logrado rescatar a un centenar de personas refugiadas en el interior.

Los canales de Telegram han precisado que en el momento del ataque en la sala de conciertos podrían encontrarse hasta 6.200 personas, ya que todas las entradas fueron vendidas.

Los asistentes al concierto del grupo Piknik, incluidos los músicos, han sido evacuados, según han indicado fuentes policiales a la agencia TASS. Las fuerzas especiales han puesto en marcha un operativo para capturar a los autores del tiroteo.

EL FSB Sha informado de la detención de once personas en relación con el atentado, entre las cuales estarían cuatro activistas que participaron personalmente en el ataque, según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso Vladímir Putin.

Fuerzas policiales rusas desplegadas en el exterior del recinto atacado. (AFP)

Estado Islámico

Horas más tarde, el Estado Islámico ha asumido el ataque en un escueto comunicado.

«Los combatientes del Estado Islámico han atacado una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y han matado y herido a cientos de personas y causado una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura», ha publicado la agencia Amaq, órgano de propaganda de la organización yihadista, en su canal de Telegram.

Este sábado, ha difundido además la foto de cuatro atacantes junto a una bandera del Estado Islámica, y ha confirmado el modus operandi del atacante apuntando que tres de ellos tirotearon a la multitud mientras otro intentaba incendiar el local.

«Ataque terrorista»

Antes de conocerse la reivindicación, la Dirección Principal de Investigación rusa informaba de que ha abierto una causa penal por un posible ataque «terrorista», un extremo confirmado por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, que catalogaba lo ocurrido como «un ataque terrorista» y señalaba que Moscú ha recibido llamadas de varios países expresando sus condolencias por los últimos acontecimientos, al tiempo que ha pedido a la comunidad internacional «condenar este crimen atroz».

El gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov, ha confirmado que más de 70 equipos de ambulancia y personal sanitario brindan asistencia a todas las víctimas. «Se está haciendo todo lo posible para salvar a la gente», ha señalado en su canal de Telegram.

La Agencia Federal de Transporte Aéreo, por su parte, ha indicado de que los cuatro principales aeropuertos de Moscú han reforzado sus medidas de seguridad con un control más exhaustivo de los grupos de entrada, así como en todo el perímetro de las instalaciones.

Las embajadas occidentales en Rusia habían advertido hace dos semanas sobre posibles atentados en este país, avisos que el presidente, Vladímir Putin, consideró «un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad».

Kiev niega relación

Ucrania se ha apresurado a negar a través del consejero del presidente del país, Volodímir Zelenski, Mijailo Podoliak, cualquier implicación en la masacre en la capital rusa. «Por supuesto que Ucrania no tiene nada que ver con el tiroteo o las explosiones», ha escrito Podoliak en sus redes sociales.

El consejero presidencial ha agregado que «Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas» para combatir a Rusia, y ha afirmado que ha sido «la propia Rusia» la que en otras ocasiones «ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar ‘acciones antiterroristas’ contra grupos étnicos que protestaban».

Podoliak se ha mostrado asimismo convencido de que «los acontecimientos» que se están produciendo en Moscú «contribuirán a un incremento abrupto de la propaganda militar, a una militarización acelerada, a la expansión de la movilización» militar en Rusia y «a una escalada» en los ataques a Ucrania.

El consejero presidencial ucraniano ha predicho además que la masacre será utilizada por el Kremlin para «justificar los ataques manifiestamente genocidas contra la población civil de Ucrania».