Aitor Agirrezabal
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Vuelta al país del ciclismo: más de la mitad de equipos World Tour tienen vascos en su staff

Adriana Iriarte es fisioterapeuta en el Bahrain-Victorious. Josu Larrazabal, preparador en el Lidl-Trek. Y Aitor Viribay, nutricionista en Ineos. Tres ejemplos de las decenas de vascos que forman parte de los cuerpos técnicos de los mejores equipos ciclistas del mundo. Una proporción sin igual.

Adriana Iriarte, fisioterapeuta de Bahrain-Victorius.
Adriana Iriarte, fisioterapeuta de Bahrain-Victorius. (NAIZ)

‘De Arteta a Alonso: por qué tantos entrenadores top son vascos’. Sid Lowe publicó un reportaje en ESPN sobre el éxito de preparadores vascos en el mundo del fútbol. El ciclista inglés Tao Geogeghan Hart, ganador del Giro de 2020, se hizo eco de aquel artículo, y subrayó que «en el ciclismo encontrarás exactamente el mismo fenómeno, el deporte está lleno de entrenadores y gente increíble originaria del País Vasco».

Y no le falta razón. Generación tras generación el pelotón cuenta con ciclistas vascos de primera línea y la afición vasca está reconocida a nivel internacional. Pero detrás de los focos, en el trabajo de oficina y cuneta, la primera división del ciclismo mundial también está repleta de trabajadores de Euskal Herria. De hecho, más de la mitad de los equipos del World Tour cuenta con al menos un vasco en su staff técnico.

Preparadores, fisioterapeutas, psicólogos, directores deportivos, mecánicos, médicos, abogados, nutricionistas... La lista es larga y nos hemos querido acercar a algunos de ellos.

«Chequeadora» por curiosidad

Adriana Iriarte es una vecina de Artaxoa, osteópata y fisioterapeuta del Bahrain-Victorius, que llegó a este mundo «por curiosidad». Hace una década, en su último año de carrera, trabajaba en un hotel donde solía coincidir con el Caja Rural. Su relación con el ciclismo se limitaba a ver los últimos kilómetros de la Vuelta que echaban en televisión en verano hasta que consiguió unas prácticas para estar con ellos en la clásica de Miguel Induráin de Lizarra y la de la Rioja.

Allí empezó una larga trayectoria en el equipo verde, donde «era una auxiliar más»: además de su labor de fisioterapeuta, repartir bidones, poner lavadoras o preparar el alimento solido de carrera era parte de su labor diaria. Un desempeño que en 2023 compaginó con el Movistar Team femenino, para llegar esta temporada al Bahrain. Una estructura mucho mayor. «Son equipos que se pueden permitir tener coachs, chefs, nutricionistas, doctores, fisioterapeutas, directores deportivos, managers, comunicación, administración y en la service course estarán como 5 o 6 personas, por no olvidarme de los que no pueden fallar que son los auxiliares y mecánicos. Está todo organizado al dedillo». Por ello, ahora su trabajo principal es el de fisioterapeuta, pero también se le puede ver en la cuneta, con el maillot del Bahrain, repartiendo bidones a los ciclistas.

Antes de una competición, Iriarte «chequea» a los ciclistas, ver si existe alguna molestia y mirar si puede tener relación con alguna modificación de la bicicleta, por lo que está en estrecho contacto con el mecánico, así como con el entrenador por si pudiese estar relacionado con una carga de trabajo distinta. Y, por supuesto, en caso de caída o lesión. «Ponerlos a punto para la carrera», como lo hará antes y durante de la Itzulia.

Afición y cantera

Ya el año pasado estuvo con el Caja Rural en las carreteras vascas. «Me dejó marcada. Me enamoró. Lo de la afición es increíble. Y que haya tanta afición también pude tener relación con que haya tanta gente en los staff». Para Iriarte, además, suma el hecho de que tres estructuras ciclistas profesionales tengan su sede en Nafarroa, además de Euskaltel, «a pesar de que viajas y gran parte de tu trabajo se desarrolla lejos de casa». Algo que liga con la «escasa presencia de mujeres».

«Cantera», añade Josu Larrazabal, responsable de rendimiento de Lidl-Trek. Además, remarca «la posición de responsabilidad» de muchos de ellos, cercanos a los mejores ciclistas del mundo. «Muchos de los que estamos ahí, detrás de los ciclistas, hemos intentado ser ciclistas. Tenemos a masajistas, mecánicos o directores como resultado de esa cantera especial y abundante que tenemos en Euskal Herria». Y nombra dos culpables principales: la Fundación Euskadi y Miguel Madariaga.

Josu Larrazabal, responsable de rendimiento de Lidl-Trek.

Larrazabal es ejemplo de ello. Coordina el trabajo de preparadores, médicos, nutricionistas, psicólogos y directores deportivos en Lidl-Trek. Su trabajo va desde la planificación, las concentraciones y las técnicas de entrenamiento y recuperación, hasta el diseño de los programas de competición de los ciclistas.

Esta es su 18ª temporada en el pelotón profesional. Los últimos 11 en la estructura de Trek, después de siete en la Fundación Euskadi. En este tiempo, la preparación y el análisis de las carreras ha cambiado por completo. Ahora todo son vatios. «En otros deportes, como en natación o atletismo, con unas distancias conocidas y unas condiciones meteorológicas bajo control, se pueden controlar los tiempos. En ciclismo cada carrera es distinta. No tiene nada que ver según el clima, si se llega a la última subida tras una etapa llana o tras una etapa con muchas subidas. Las condiciones de cansancio antes del último esfuerzo son muy distintas. Controlar eso solo con las pulsaciones era imposible. La potencia nos ha dado la oportunidad de medir muy bien en cada momento la intensidad del trabajo».

«Cuando entré en la Fundación ya había preparadores, pero no tantos. Desde entonces se ha dado un cambio constante y progresivo. Las estructuras han crecido mucho y en ese proceso de crecimiento hay cada vez más médicos, más preparadores, más directores y, en los últimos años, los nutricionistas y los psicólogos se han convertido en los protagonistas». De hecho, destaca la gestión de las expectativas de los jóvenes como uno de los grandes retos del futuro cercano.

Ineos: casi una decena de vascos

Ahí entra el nutricionista gasteiztarra Aitor Viribay, que lidera en Ineos el sub-departamento de nutrición y metabolismo del ejercicio, que trabaja sobre el apoyo nutricional y fisiológico a los ciclistas dentro y fuera de competición, además de ser responsable de traer innovaciones en el ámbito de la fisiología y el metabolismo del ejercicio, para mejorar las baterías de test, la capacidad de monitorización del ciclista y la mejora de protocolos de gestión de fatiga, nutrición y adaptación al entrenamiento.

En un intento por «extender el conocimiento sobre el metabolismo a la sociedad», también puso en marcha el proyecto Methub. «Aunque no lo creamos, cada decisión que hemos dado como sociedad responde a nuestra relación con la energía, nuestro metabolismo. Desde cómo vivimos, a cómo nos relacionamos, o por qué innovamos. Comprender cómo funcionamos pasa por entender nuestro metabolismo».

Aitor Viribay, responsable de nutrición y metabolismo del ejercicio de Ineos.

Llegó en diciembre de 2021 a la escuadra británica, con la función de crear el departamento «ya que el equipo estaba sufriendo cambios importantes en ese aspecto y querían renovar la forma de trabajo».

Y lo hizo a un equipo que en la actualidad tiene casi una decena de vascos en diferentes departamentos de su staff. «Supongo que se debe a la gran cultura de ciclismo que hemos tenido y seguimos teniendo en Euskal Herria. La mayoría salió o sale de aquella cantera de ciclistas y trabajadores de la Fundación Euskadi», coincide con Larrazabal. «El impacto de aquellos años, de aquella cultura en torno al ciclismo y ese trabajo que se hizo en múltiples categorías, todavía dura en el ciclismo actual. Y seguirá durando, porque el ciclismo en Euskal Herria es una referencia en categorías inferiores, y eso genera tanto buenos y buenas ciclistas como buenos y buenas trabajadoras». Viribay, además, destaca «ciertos rasgos culturales como el sacrificio, la cultura de trabajo y especialmente la pasión por este deporte» que resulta en ese dato: 10 de los 18 equipos del World Tour cuentan, al menos, con un vasco.