Miles de personas se han vuelto a concentrar este viernes en la Plaza del Castillo de Iruñea para mostrar su rechazo a las agresiones sexistas denunciadas durante los Sanfermines.

Sobre el escenario un grupo de mujeres ha desplegado una pancarta con el lema en euskara y castellano ‘Emakumeen kontrako indarkeriari ez-No a la violencia contra las mujeres’, y dos de ellas, Amaia Zubieta y Ana Carmona han leído un comunicado.

Han cifrado en 19 las agresiones sexistas, cuatro de ellas de alta intensidad, y han mostrado su indignación e incomprensión por los «insultos, tocamientos, acoso y, en situaciones más extremas, violaciones» que ocurren en el ambiente festivo.

«El mensaje es claro: no agredas, no abuses, no violes. Si te ves en riesgo de ser agresor quédate en casa, no salgas, no andes por ahí, porque todas nosotras, queremos vivir las fiestas libres, tanto de día como de noche y no nos vamos a quedar en casa», han señalado.

Han reclamado el derecho de las mujeres a «bailar tranquilas, ligar tranquilas, disfrutar tranquilas, sin sentir que nuestra integridad está en peligro», y han lanzado un mensaje directo a los agresores: «Si eres tú quien nos va a limitar esa posibilidad, quédate en casa».

Movilizaciones anteriores

El pasado domingo ya hubo una movilización similar para denunciar una agresión sexual y abusos registrados en la capital navarra en el primer día de fiestas, por los que fueron detenidos cuatro hombres.

Integrantes del movimiento feminista mostraron su apoyo a las víctimas e incidieron en que «queremos vivir las fiestas libres, de día y de noche». «¡Basta ya!», exigieron.

Sin embargo, dos días después dieron cuenta de tres agresiones sexuales de alta intensidad, y otras seis de baja. «Es inaceptable la actitud de algunos hombres hacia las mujeres: tocamientos, baboseo, acoso, chapas interminables, violaciones, insultos... Estamos hartas de machirulos», señalaron.

Y apuntaron a la responsabilidad de los medios de comunicación. «Es inaceptable la revictimización que provocan algunos, contando detalles morbosos de los ataques que en muchas ocasiones solo son mentiras».

«Un ataque es un ataque y las sociedad no tiene porque conocer datos de la mujer ni detalles repugnantes sobre lo ocurrido», zanjaron.