
La estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone se ha impuesto en la final de los 400 metros vallas de París 2024 y ha batido su propio récord del mundo con un tiempo de 50.37, hasta convertirse en la reina del tartán.
McLaughlin-Levrone, que defendía el título olímpico obtenido en Tokio 2020, ha mejorado así la marca de 50.65 que ella misma había establecido el pasado 30 de junio en Eugene (Oregón).
La estadounidense se ha mostrado pletórica en la pista morada del estadio de Saint Denis en una carrera equilibrada con la otra gran favorita, Femke Bol, hasta el último hectómetro, cuando la neerlandesa se ha hundido hasta tener que conformarse con la medalla de bronce.
Nunca ha perdido McLaughlin-Levrone ante Bol, que deberá esperar para coronarse en unos Juegos. La norteamericana, que el miércoles cumplió 25 años, no ha aflojado un ápice en los últimos metros y no solo se ha coronado como bicampeona olímpica, sino que lo aha hecho en plan estelar, con nueva plusmarca.
La pasada campaña, McLaughlin sufrió una lesión que la impidió competir y allanó el camino para Femke Bol, que aprovechó para seguir mejorando como atleta y empezar a coleccionar oros en los Mundiales al aire libre de Budapest 2023 y de pista cubierta de Glasgow (400 y 4x400).
Esta gran carrera ha eclipsado la mayor sorpresa de la jornada de atletismo. El bostwano Letsile Tebogo se ha proclamado campeón olímpico de 200 metros al ganar la final con un impresionante registro de 19.46, dieciséis centésimas menos que lo que registró el estadounidense Noah Lyles, que fha tercero y no podrá emular con un triplete de oros al jamaicano Usain Bolt. Después de la carrera se ha sabido que Lyles ha corrido habiendo dado positivo en covid 19.
Cuatro días después de su ajustada victoria en los 100 metros lisos, el estadounidense Noah Lyles ha afrontado una nueva final con el objetivo de sumar su segundo oro y, con el relevo 4x100 en el horizonte, tratar de emular el triplete de Usain Bolt en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
El bostwano, que ha mantenido un ritmo constante durante toda la carrera sin desfallecer, pese a llevar a su derecha a Lyles acechándolo, ha logrado la victoria con un tiempo que supone récord africano.
Tebogo, además, también ha hecho historia al ser el primer atleta de Bostwana en ganar un oro olímpico.
Lyles, que aspiraba al podio y salió a la pista revolucionado, pegando saltos cuando sonó su nombre en la megafonía, se ha tenido que conformar con el tercer puesto (19.70) debido a que su compatriota, Kenneth Bednarek, lo ha adelantado por solo dos centésimas (19.72).
Sobre los 90 metros
La calidad de las finales ha sido excelsa, como por ejemplo en la final masculina de lanzamiento de jabalina, en la que el ganador, el paquistaní Arshad Nadeem y la medalla de plata, el indio Neeraj Chopra, han superado el anterior rçecord olímpico, lanzando por encima de los 91 metros.
Plata en los pasados Mundiales de Budapest 2023, el lanzador pakistaní se ha encaramado a lo más alto de la clasificación en su segundo intento con 92,97 metros, con lo que ha superado el tope olímpico que tenía, con 90,57, el noruego Andreas Thorkildsen desde Pekín 2008.
Anderson Peters, de Granada, se ha quedado con la medalla de bronce con una marca de 88,54 metros, apartado de las medallas al checo Jakub Vadlejch, bronce en los Mundiales.
El estadounidense Grant Holloway, triple campeón mundial, ha puesto el broche a la sesión al imponerse en la final de los 110 vallas de forma incontestable con 12.99. Ha dejado la plata a su compatriota Daniel Roberts (13.09) y el jamaicano Rasheed Broadbell (13.09) se ha hecho con el tercer puesto del cajón.
Poco antes otra estadounidense, Tara Davis-Woodhall, subampeona mundial, ha destronado a la alemana Malaika Mihambo en el salto de longitud con una magnífica marca de 7,10 metros por los 6,98 de la germana.

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