Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Denuncian la «agresión medioambiental» del festival Glad is the Day en Cristina Enea

El colectivo ecologista Parkea Bizirik ha denunciado la «agresión medioambiental» que supone para el parque donostiarra de Cristina Enea la celebración del festival musical Glad is the Day, que el pasado fin de semana cumplió su octava edición.

El festival Glad is the Day abarrotó la parte baja del parque donostiarra de Cristina Enea.
El festival Glad is the Day abarrotó la parte baja del parque donostiarra de Cristina Enea. (PARKEA BIZIRIK)

«La organización ha alardeado de ‘récord histórico’ por la afluencia de visitantes y ha arrojado la cifra de 25.000 personas las que han pasado por el parque donde vive la fauna protegida y los árboles centenarios», remarca Parkea Bizirik, que al número de asistentes suma «el elevadísimo volumen de la música» y «varias carpas pro-ingesta de alcohol», así como medio centenar de puestos de moda y artesanía, un gran escenario y urinarios móviles distribuidos en la parte baja de Cristina Enea, desde la entrada principal hasta más allá de las ruinas de las antiguas caballerizas.

«El lugar se asemejaba a la Plaza de la Constitución la noche de San Sebastián. No había espacio para la biodiversidad ni los animales y plantas que allí viven, crían y se alimentan», apunta el grupo naturalista, que cita a los vencejos, las txepetxas o la «exigua población» de lagartija roquera como algunas de las especies afectadas.

«El gobierno municipal y sus patrocinadores han gestionado el evento dentro del parque como si fuera una avenida urbana adoquinada, en vez de la casa de la flora y fauna silvestre», advierte Parkea Bizirik, que considera «burlesco» que el nombre del festival sea un juego de palabras en recuerdo a Gladys del Estal, activista ecologista de Egia muerta en 1979 por un disparo de la Guardia Civil en una movilización antinuclear en Tutera.


En su nota, el colectivo ecologista solicita al Ayuntamiento de Donostia y a las entidades y empresas colaboradoras que suspendan la celebración del festival en este «espacio protegido, donde hemos contabilizado 71 especies de árboles y alrededor de 110 especies de fauna vertebrada, muchas de ellas con figuras de protección», y lo trasladen «a un lugar donde la afección al medio ambiente sea nula».

«Nos encanta y disfrutamos muchísimo de la cultura, de la música, de sus creadores, de las fiestas y deseamos que la gente se divierta, siempre y cuando el formato y el lugar no suponga un grave perjuicio, como es el caso, al medio ambiente y al patrimonio colectivo», concluye Parkea Bizirik.