EH Bildu ha registrado en el Parlamento una proposición no de ley para la creación de un Consejo Vasco para dinamizar la política industrial y que tenga un carácter proactivo, de diseño de un desarrollo estratégico a medio plazo, y no meramente reactivo, como entienden que son las propuestas del lehendakari, Imanol Pradales.

Pello Otxandiano, portavoz en la Cámara, y Ander Goikoetxea, responsable de la política industrial en el grupo parlamentario, han comparecido ante los medios para presentar la proposición y, preguntados por la situación de Talgo, han expuesto que es un ejemplo de esa necesidad de políticas proactivas y no de simple reacción.

En Talgo se debe decidir si la empresa mantiene un arraigo con Euskal Herria a través del movimiento actual de Sidenor, el Gobierno de Lakua y la BBK, o si queda en manos extrajeras con un inversor polaco. Goikoetxea ha apuntado que EH Bildu ve bien el movimiento del Ejecutivo autonómico y que «cruza los dedos» para que salga bien, pero que hay elementos externos que no están bajo control vasco. Ha recordado que Talgo no es solo la empresa situada en Araba, sino que ejerce de tractora sobre otras muchas.

Pello Otxandiano ha señalado que este es un ejemplo de la necesidad de abordar los problemas con anticipación, la necesidad de políticas proactivas, porque «se ha vuelto a llegar tarde». Ha apuntado que se lleva diez años hablando del Fondo Soberano, pero nadie sabe qué es, ni tampoco se ha definido cuál debe ser el papel del sector público en el ecosistema financiero.

No esperar a una consultora

Para diseñar ese tipo de políticas, EH Bildu propone la creación de un Consejo Vasco que reúna a todos los agentes implicados en la Política Industrial, incluidos sindicatos, universidades y agencias comarcales de desarrollo, y que esté liderada por un equipo de expertos. La propuesta se incluyó en el programa electoral de la formación y Pello Otxandiano la propuso en el pleno del pasado viernes. En la que también el lehendakari anunció una comisión de defensa de la industria, que se reunirá por primera vez este miércoles en Donostia.

Otxandiano ha señalado que puede parecer que son iniciativas iguales, pero subrayó que la del Gobierno tiene un carácter reactivo, de respuesta, de defensa ante problemas exteriores, mientras que la propuesta de EH Bildu tiene el valor de explorar y desarrollar las potencialidades que tiene el tejido industrial vasco.

La izquierda soberanista sostiene que la actuación tiene que darse ya, que no hay tiempo para esperar hasta mayo a que la consultora a la que el Gobierno ha encargado la redacción del Plan Industrial presente su primer trabajo.

No impulsar la industria armamentística

Se da la circunstancia de que en la consultora encargada de la redacción de ese papel industrial tiene un cargo importante Guillermo Dorronsoro, que es a su vez director del Foro Zedarriak, que ha propuesto aprovechar las oportunidades que el contexto internacional da a las empresas de armamento. Y la pasada semana, el vicelehendakari y consejero de Economía, Empleo y Trabajo, Mikel Torres lo apoyó.

Preguntado por ello, Pello Otxandiano se ha sorprendido por esta apuesta gubernamental. Ha apuntado que la cuestión de la industria armamentística puede abordarse al menos desde dos puntos de vista, el ético y el de posición subalterna a Donald Trump.

Desde el punto de vista ético, a EH Bildu le «chirría» este apoyo de las élites políticas y económicas vascas a una industria que «produce armas que se emplean en guerras desiguales que, como se ha visto, pueden acabar en genocidios». Es algo que, según ha confesado Pello Otxandiano, «nos remueve por dentro». A lo que ha añadido que, además, son firmas que no tienen ninguna utilidad social.

Pero asimismo, ha recordado que ha sido el actual presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha exigido a los estados europeos que destinen el 5% de su PIB a comprarle armas a EEUU, lo que coloca a la Unión Europea en un carácter subalterno. Otxandiano ha subrayado que la UE «debe ganar autonomía estratégica».

Por todo ello, cree que lo que hay que hacer en nuestro ámbito es conocer cuáles son las capacidades en las que la industria vasca puede diferenciarse y definir en qué se debe invertir y que ello tenga utilidad social.