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LAB y ELA denuncian que CEN, UGT y CCOO se alían para vetar la creación de un SMI en Nafarroa

LAB y ELA han denunciado que la patronal CEN, UGT y CCOO se han aliado para boicotear la negociación de un Salario Mínimo Interprofesional en el ámbito territorial de Nafarroa. Tampoco han acudido a la segunda reunión convocada al respecto, escudándose en que existe un acuerdo intersectorial.

Imanol Karrera, de LAB, e Imanol Pascual, de ELA, tras el primer encuentro sobre el SMI al que no acudieron CEN, UGT y CCOO, como ha vuelto a ocurrir este viernes.
Imanol Karrera, de LAB, e Imanol Pascual, de ELA, tras el primer encuentro sobre el SMI al que no acudieron CEN, UGT y CCOO, como ha vuelto a ocurrir este viernes. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Tras no acudir a un primer encuentro el pasado 11 de febrero escudándose en un «error» en la agenda, la patronal CEN, UGT y CCOO han vuelto a dar plantón a LAB y ELA en la reunión convocada para tratar la posibilidad de crear un SMI en Nafarroa, lo que ha llevado a los convocantes a denunciar que se alían para vetar llevar a la práctica esa medida.

En esta ocasión, han justificado su inasistencia en que «existe un acuerdo intersectorial firmado precisamente entre CEN, UGT y CCOO en 1995 y actualizado en dos ocasiones», según ha detallado LAB en una nota hecha pública.

En este sentido, el sindicato abertzale ha considerado que los ausentes «no están a la altura y desoyen lo que pide la sociedad, a los trabajadores y trabajadoras navarras que necesitan un salario mínimo por encima del estatal. Han renunciado a la responsabilidad que tienen y les corresponde de negociar».

Ha puesto el acento en que, en la CAV, UGT y CCOO «han sido convocantes de una reunión similar y han interpelado a la patronal para que se avenga a negociar sobre un salario mínimo propio, tildando a los empresarios vascos de rancios y antiguos, así como de jarro de agua fría su posición». En cambio, en Nafarroa, «no solo no han sido convocantes, sino que además han acordado con los empresarios de la CEN su inasistencia a ambas reuniones».

Y en relación con el acuerdo de 1995 en el que se han escudado para no asistir a la reunión, considera que muestra su «esencia antidemocrática», ya que «pretenden mantener su monopolio sobre las relaciones laborales, excluyendo a LAB y al resto de la posibilidad de participar o promover iniciativas en la negociación colectiva intersectorial».

Frente a esa actitud, LAB considera que ese SMI propio «es un instrumento imprescindible para repartir la riqueza de forma más equilibrada, establecer límites a la pobreza que se ha acentuado como consecuencia de la estatalización de la negociación colectiva y combatir las brechas entre las personas trabajadoras».

Al respecto, añade que el Gobierno de Nafarroa «parece nervioso ante esta iniciativa y la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, parece verse obligada a ignorar esta relevante iniciativa y oportunidad para contentar, en una clara posición partidista, a la CEN, UGT y CCOO». En contraposición a esa actitud, su homólogo en el Gobierno de Lakua «se ha situado a favor de abordar dicha necesaria reivindicación de la mayoría social».

En su opinión, la negativa que se ha producido este viernes demuestra que «es imprescindible reforzar la vía de la movilización para hacer que la patronal se mueva, para que UGT y CCOO dejen de plegarse a los dictados de los empresarios y del mismo modo, sumar fuerzas a favor de una Iniciativa Legislativa Popular». Y anuncia que «seguirá movilizándose, presionando, impulsando reuniones de negociación y trabajando por conseguir nuevas competencias».

Apelación a los partidos

En el mismo sentido se ha posicionado ELA, en cuya nota ha denunciado que «la CEN quiere que la posibilidad de explotar a los trabajadores y trabajadoras siga plenamente abierta, demostrando que su modelo de negocio se basa en condiciones precarias. Aunque quiere parecer una patronal moderna, en la práctica, CEN es totalmente retrógrada».

Al igual que LAB, considera que «resulta aún más incomprensible la negativa de UGT y CCOO teniendo en cuenta que estos mismos sindicatos en la CAPV sí están dispuestos a negociar la misma materia. Esto es, UGT y CCOO tienen la voluntad de mejorar el salario mínimo en la CAPV, pero no en Navarra».

ELA recuerda que en los países con Producto Interior Bruto (PIB) equivalente a Nafarroa, «el salario mínimo es 500 euros más alto» que en el caso del Estado español. Asimismo, exige a las instituciones y partidos políticos que «apoyen la iniciativa de implementar un salario mínimo para Navarra acorde a su situación económica. La representación política de la ciudadanía sí puede regular un salario mínimo propio que mejore sustancialmente la situación de las personas con condiciones laborales más precarias».