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El independentismo arrasa en una ambicionada Groenlandia que no quiere injerencias externas

Las formaciones independentistas Demokraatit y Naleraq, hasta ahora en la oposición, se han convertido en las dos principales fuerzas más votadas de Groenlandia, protagonizando el vuelco electoral en un territorio ambicionado por las grandes potencias.

Carteles electorales de algunos de los candidatos presentados a estos últimos comicios en Groenlandia.
Carteles electorales de algunos de los candidatos presentados a estos últimos comicios en Groenlandia. (Mads Claus RASMUSSEN/RITZAU SCANPIX | AFP)

Demokraatik y Naleraq han sido las grandes triunfadoras de los comicios en Groenlandia, protagonizando un vuelco electoral por parte de ambos partidos políticos independentistas, que hasta ahora estaban en la oposición.

La primera de ellas, considerada de corte más moderado y que apoya una independencia gradual de Dinamarca, ha obtenido el 29,9% de los sufragios, ya con la confirmación oficial de la Autoridad Electoral, mejorando en un 20,9% sus resultados de 2021.

La segunda, que aboga por una separación más diligente y negociar una mayor cooperación con Estados Unidos, ha sumado el 24,5%, con un incremento del 12,5% de sus papeletas respecto a las últimas elecciones.

Las grandes perdedoras han sido Inuit Ataqatigiit y Siumut, las dos formaciones, también independentistas, que conformaban una coalición de izquierdas que ha gobernado dicho territorio durante los últimos cuatro años.

La primera ha sufrido un desplome de más de quince puntos porcentuales, quedándose en un 21,4%, mientras que la segunda ha perdido la mitad de sus apoyos, logrando un 14,7%.

De esta forma, los dos partidos que hasta ahora se encontraban en la oposición dispondrán del mayor número de asientos en el Inatsisartut –Parlamento groenlandés–, haciendo añicos las encuestas, que daban como favorita a la actual coalición.

En quinta posición ha quedado el partido liberal-conservador y unionista Atassut, con un 7,3% de los apoyos, apenas un 0,4% más que hace cuatro años. El partido Qulleq, formado en 2023 por exmiembros de Naleraq y Siumut, ha sido el último, con apenas un 1,1% de las papeletas.

Atención mundial

Este proceso electoral está transcurriendo en medio de una inusual atención mundial después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya insistido en hacerse con el control de esta región autónoma de Dinamarca, la mayor isla del planeta, que desde hace décadas aspira a lograr su independencia.

Sus reclamaciones del territorio, jaleado, sin duda, por su posición geoestratégica en el Ártico y riqueza en recursos naturales, han puesto los ojos del mundo en unas elecciones en las que unas 41.000 personas estaban registradas para designar a los 31 representantes de una isla que sigue siendo en gran parte inhabitable y donde el 80% de su extensión está bajo hielo perpetuo.

Trump, que ya presentó durante su primer mandato una oferta a Dinamarca para comprar Groenlandia, ha asegurado que Estados Unidos seguirá velando por la seguridad de la isla, donde cuenta desde la década de los 50 con la base espacial Pituffik, situada en el noroeste insular. Sin embargo, 'Groenlandia no está en venta' es una de las frases que más se han repetido durante la campaña electoral.

Los groenlandeses votaron abrumadoramente a favor del autogobierno en un referéndum en 2009, que también estableció una vía hacia la independencia. La mayoría son partidarios de despojarse del control de Dinamarca, que decide en política monetaria, de defensa y exteriores, si bien no saben cómo ni cuándo, puesto que Copenhague aporta más de la mitad del presupuesto para cubrir los servicios básicos de empleo, salud y educación en la isla.