
Los Balcanes son uno de los lugares de moda para el bikepacking o los viajes en bicicleta. Desde hoy, los cicloturistas dan paso a los mejores ciclistas del mundo. El Giro de Italia da este viernes el pistoletazo de salida en la localidad albanesa de Durrës. Por delante, tres semanas para elegir al sucesor de Tadej Pogačar, que el año pasado hizo y deshizo a su antojo.
Las ausencias abren el abanico de favoritos que, eso sí, presenta dos nombres por encima del resto. El ganador de 2023 y cuatro Vueltas, Primož Roglič, y el joven Juan Ayuso, que debuta en Italia. Para ellos, un Giro con un recorrido similar al de los últimos años, con la mayor dureza acumulada al final y un gran número de etapas con opciones para perfiles de todo tipo.
Roglič y Ayuso llegan secundados por resultados y, sobre todo, por dos escuadras que asustan. Red Bull-Bora y UAE presentan unas alineaciones con las que se podría dibujar, al completo, el top-10 de cualquier gran vuelta. El esloveno llega arropado por Jai Hindley, ganador en 2022, y Daniel Felipe Martínez, segundo el año pasado, entre otros. Por su parte, el alicantino estará protegido por Adam Yates, Filippo Baroncini, Isaac del Toro, Rafal Majka, Brandon McNulty, Jay Vine y el navarro Igor Arrieta.
De salida, todo lo que no sea un duelo entre estos dos equipos sería una sorpresa. Pero el Giro es una vuelta de tres semanas, con una última semana muy dura y en la que no hay edición donde no se produzcan contratiempos. De hecho, hay una buena tropa en busca de esa oportunidad. Uno de ellos, Mikel Landa. El alavés «sueña» con volver a ganar una etapa, y «por qué no» regresar al podium que ya pisó en 2015 y 2022. De hecho, la carrera se decidirá en la penúltima etapa en el durísimo puerto sin asfaltar de Finestre, donde el alavés, voló hace una década para darse a conocer. Nació el landismo.
Sueños parecidos a los del de Murgia tienen el joven italiano Antonio Tiberi, el ganador de 2019 Richard Carapaz, el de 2021 Egan Bernal y su compañero Thymen Arensman, el debutante Tom Pidcock, Simon Yates, el canadiense Derek Gee, un Romain Bardet que colgará la bicicleta en junio o el impredecible Michael Storer, entre otros. Hay otro ganador del Giro en la salida, el colombiano Nairo Quintana, aunque no parece que esté para estos objetivos.
Tierra y montaña
La carrera contará con otros grandes nombres, con objetivos alejados de la general. Wout Van Aert y Mads Pedersen, protagonistas durante la primavera, seguro que se dejarán ver. Sin ir más lejos, son los dos principales favoritos para vestir este viernes la primera maglia rosa, en una jornada que terminará en Tirana tras superar un puerto de segunda y dos de tercera, el último a apenas 12 kilómetros de meta.
El recorrido de este Giro es fácilmente reconocible, ya que sigue el patrón de las últimas temporadas. La dureza se acumula, sobre todo, en la última semana, con cuatro etapas alpinas. La 16ª finaliza en San Valentino en una durísima etapa con tres puertos de primera y uno de segunda, la 17ª termina en Bormio tras superar el Mortirolo por una vertiente nueva, la 19ª recorrerá el valle de Aosta con tres puertos de primera, un segunda y un tercera y la 20ª terminará en Sestrière después de superar el citado Finestre, que será la Cima Coppi de la carrera.
La organización ha optado un año más por evitar los puertos más altos de la geografía italiana, esos en los que se han escrito las mejores páginas de la historia de esta carrera, por el peligro de las inclemencias meteorológicas que ya han obligado a suspender varias jornadas en los últimos años. Se echan de menos, pero el menú es suficiente como para augurar una batalla entre escaladores por las primeras plazas de la general.
Siete vascos
En la salida de Albania se presentarán siete ciclistas vascos. Después de que en la edición de 2024 no hubiese ningún representante de Euskal Herria, el pelotón vasco quiere recuperar el protagonismo en una carrera donde han dado grandes alegrías. Desde las victorias de Miguel Indurain a los podiums de Paco Galdós, Abraham Olano y Unai Osa. No se llegaba a esa cantidad de corredores vascos desde la salida de 2017.
Pello Bilbao, Jonathan Lastra, Jonathan Castroviejo, Jon Barrenetxea y Xabier Mikel Azparren, junto a los citados Landa y Arrieta darán presencia al ciclismo vasco. Bilbao ha querido dejar claro que desea olvidarse de la general para proteger a Tiberi y buscar el brillo personal mediante triunfos parciales como los que logró en 2019. Castroviejo, uno de los gregarios en más estima del pelotón, también deberá estar cerca de Bernal y Arensman, mientras que Lastra y Azparren buscarán su presencia en fugas. El de Movistar, por su parte, llega en gran forma, tal y como demostró con su tercer puesto en Frankfurt y en el Giro tendrá un buen puñado de etapas que se adaptan como anillo al dedo a sus características, comenzando por la primera. Además, no serán pocas las fugas que alcancen su objetivo durante las próximas tres semanas.
Frente a Castroviejo, que tomará la salida en una vuelta grande por vigésima vez, se encuentra Arrieta, que debuta en una prueba de tres semanas. El de Uharte-Arakil, con un futuro prometedor en este tipo de pruebas, lleva todo el año pensando en esta cita y asegura llegar en el punto deseado.
Además de la citada última semana, las cronos de la segunda y la décima etapa deben resultar decisivas. Entre medio, la séptima jornada presenta el primer final en alto, aunque no parece que las rampas de Tagliacozzo vayan a deparar grandes diferencias. Lo contrario se puede decir de la novena, por las carreteras blancas de Siena, que debe estar marcada en rojo por los favoritos. Por el camino, un buen puñado de etapas con impronta propia del Giro, con alguna trampa escondida, difícil de apreciar en el libro de ruta que marcarán la prueba.

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