Es la última ronda. Tom Cruise y Christopher McQuarrie cierran la saga que Brian de Palma inauguró tres décadas atrás homenajeándose con un último capítulo tan regular como pagado de sí mismo. Si en las horas pequeñas de la noche la actitud es lo que cuenta, ‘Misión Imposible: Sentencia final’ sobresale. El film encara la lucha final contra La Entidad, la inteligencia artificial que persiguen todas las grandes naciones (“ni naciones ni dogmas”, promete la ficticia presidenta estadounidense Angela Bassett), convocando en forma de flashbacks y parentescos inverosímiles el imaginario que las siete entregas anteriores crearon.

La contraportada de este particular best hits roza el bochorno en su abrazo del guiñol del cine de espías, avanza siempre trepidante e impresiona en su apuesta por el gran espectáculo de sala (se necesitan buenos bajos para apreciar una secuencia dentro de un submarino hundido). Eso sí, su completa falta de interés por innovar o perfeccionar en las escenas de acción amenaza con volverla olvidable, casi de forma inmediata. Quienes se divirtieron, y ello se ve, es el plantel de protagonistas, especialmente la sosa objeto romántico Grace (Hayley Atwell) y dos sirve-líneas con gracia, Paris y Degas (los resueltos Pom Klementieff y Greg Tarzan Davis).

‘Sirat’ de Óliver Laxe huele a palmarés

Óliver Laxe (‘O que arde’) ha proyectado sus tres primeras películas en Cannes, todas con premio. Pero no es ésta la razón por la que ‘Sirat’ se ha posicionado como la primera candidata factible a una Palma. La aventura propone el serpenteante viaje de carretera, entre lo físico y lo espiritual, de un padre (Sergi López) y su hijo pequeño (Bruno Núñez), que buscan a una hija perdida en medio del desierto de Marruecos… Sólo para ser rescatados, escortados y finalmente abrazados por una tropa de freaks que se dirigen al corazón del desierto para continuar con su rave eterna. La ruta busca ser, primero y ante todo, material comunicante de las vibraciones atávicas que el tecno invoca; una reflexión existencial vaciada del propio hecho de pensar, con palabras (la película, magnífica, se baila con el cuerpo). Y con el cuerpo nos volcamos al abismo existencial, absurdo y violento de un desierto que no perdona a quienes en él se internan. Con o sin premio, ‘Sirat’ se convertirá en una película de culto instantánea.

El zigzagueante camino a ‘Amrum’ de Fatih Akin

Fatih Akin (‘En la sombra’, ‘Rheingold’) ha invocado la sencillez de Abbas Kiarostami para su nuevo capítulo en la exploración de los ecos humanos tras el nazismo alemán, un retrato sobre el quiebre de la infancia para un niño (Jasper Billerbeck) de la remota isla epónima, cuya madre cae en depresión tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. El niño trata de recuperarla consiguiendo lo único que ella dice desear: pan blanco con mantequilla y miel, una misión –ahora sí– verdaderamente imposible en tiempos de posguerra. La película aprovecha esta búsqueda en zigzag para repensar, con la simplicidad del iraní pero también con unos subrayados que rozan el didactismo, los valores humanos y sociales en juego dentro de una comunidad en cambio.

Verdades a medias: ‘Dossier 137’ de Dominik Moll

Debía ser asimismo sencillo y terminó enredándose, el caso de Léa Drucker en ‘Dossier 137’. Drucker interpreta en el nuevo thriller de investigación de Dominik Moll (‘Harry, un amigo que os quiere’, ‘La noche del 12’) a una agente de policía que investiga las irregularidades tras el disparo de un balazo con foam durante una manifestación de los Armillas Amarillas el 2018. Se trata de ficción sobre un caso y un marco real, se nos insiste, apelando a vídeos del choque entre la policía y la ciudadanía enfurecida. Por ello, ‘Dossier 137’ brilla al detectar que los grandes obstáculos de una investigación no vienen por la trama (aunque ella misma coja algún atajo algo evidente en este sentido), sino de lo escurridizo de demostrar el sentido unívoco de unas imágenes. Para ello se necesita tiempo, y el ‘Dosier 137’ lleva detrás un 138, 139, 140…