
Con la participación de decenas de miles de personas, entre ellas numerosos políticos y eurodiputados de toda Europa, ha tenido lugar este sábado la Marcha del Orgullo 2025 de Budapest, prohibida por el Gobierno de Hungría en su ‘purga de Pascua’ contra las personas LGTBIQ+.
En un ambiente pacífico y festivo, los asistentes han caminado por el centro de la capital húngara bajo el lema ‘La libertad y el amor no pueden ser prohibidos’.
Hasta el inicio de la marcha en la plaza Deák, situada junto al Ayuntamiento de la capital magiar, no ha habido incidentes, solo algunos actos de provocación por parte de opositores a la concentración. Pocos minutos después del inicio, una docena de agentes de la policía han bloqueado el camino de la marcha, en un intento de desviar la ruta prevista.
«Arrepentíos! Se puede evitar morir de sida. Dejad la homosexualidad!», gritaba un hombre que llevaba una camiseta negra en la que se leía «Predicador cristiano» y que iba acompañado por otra persona que portaba una biblia en alto.
Una reciente encuesta realizada por el instituto demoscópico 'Publicus' indica que el 78% de la gente en Budapest está en contra de la prohibición emitida por la policía húngara, que alega una reciente ley aprobada por el Gobierno ultranacionalista.
Esta ley, impulsada por el Fidesz, el partido del primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán, estipula que se pueden prohibir eventos públicos si éstos ponen en peligro el desarrollo considerado como «adecuado» de los menores de edad.
En 2010, Fidesz regresó al poder y solo un año después, aprobó una nueva Constitución en la que definió el matrimonio exclusivamente como la unión entre un hombre y una mujer, excluyendo explícitamente a las parejas del mismo sexo de este derecho.
En 2018, el Gobierno promovió una agenda de «democracia antiliberal» que defendía valores cristianos tradicionales y nacionalistas en contra de las políticas de igualdad y diversidad. En mayo de 2020, el Parlamento aprobó una ley que prohibía a las personas trans y no binarias cambiar legalmente su género, y un año después, impulsó una medida que vetaba la «promoción» de la homosexualidad y la transexualidad entre menores de 18 años, equiparando la diversidad sexual a la pornografía y pedofilia, y restringiendo la educación y representación queer en escuelas, medios y publicidad.
Apoyo del alcalde
Ante la prohibición emitida, el alcalde de Budapest, el ecologista progresista Gergely Karácsony, decidió incluir la Marcha del Orgullo dentro de un evento municipal capitalino, que en su opinión no requiere permiso ni registro de parte de las autoridades.
El propio Orbán advirtió en los últimos días que los participantes en la marcha no autorizada podrían sufrir consecuencias legales, como multas de hasta 200.000 forintos (unos 500 euros).
Un grupo de unos 40 ultraderechistas ha bloqueado el puente de La Libertad, por donde pasa la marcha. Mientras que la Marcha del Orgullo fue prohibida, las autoridades sí autorizaron esa contramanifestación de un partido de extrema derecha.
«Ellos luchan contra nosotras y nosotras contraatacamos. Este sábado saldremos de nuevo a las calles», manifestó Mária Takács, miembro de la Asociación Lésbica de Hungría Labrisz antes esa actitud.

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