
Tubos Reunidos ha comunicado este martes al comité de empresa su intención de aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectará a alrededor de 850 contratos en su planta de Amurrio «como medida de ajuste de producción temporal», han confirmado fuentes de la compañía.
La empresa ha justificado esta medida en la necesidad de contar con «la flexibilidad necesaria ante la bajada de pedidos derivada de la situación geopolítica y concretamente el actual impuesto arancelario».
Tubos Reunidos Group anunció en su Junta General de Accionistas, celebrada la semana pasada en Bilbo, que estaba «adaptando su estrategia a los cambios derivados de la situación de mercado expuesta inevitablemente a las alteraciones derivadas de la geopolítica y ante las previsiones de que todavía se recrudezca», recordaron estas fuentes.
El ERTE anunciado hoy a los sindicatos se presenta como «medida coyuntural de prevención para minimizar el impacto industrial y social y consolidar la sostenibilidad de la compañía».
Periodo de consultas inmediato
El periodo de consultas del expediente comenzará el 8 de julio de 2025 y en esa primera cita la empresa entregará al comité la documentación con la que justifica esta medida y concretará su alcance.
El anuncio del ERTE tiene lugar apenas una semana después de que el primer ejecutivo de Tubos Reunidos, Carlos López de las Heras, se mostrara en la Junta de Accionistas «plenamente convencido» de que la empresa alavesa sería «capaz de seguir avanzando hacia la necesaria estabilidad» pese a los aranceles del 50 % al acero europeo implantados por Estados Unidos.
«En la etapa de la anterior Administración Trump, la imposición de aranceles significó un impacto muy relevante en nuestra actividad y esa experiencia anterior ofrece la confianza de superar con tiempo una parte importante de estas distorsiones, si bien el entorno geopolítico actual es mucho más convulso y el nuevo arancel mucho más elevado», señaló entonces la compañía.
En esa asamblea se aprobaron las cuentas del pasado de 2024, en el que logró el grupo un beneficio neto de 28,6 millones, un 49,4 % menos que en el ejercicio anterior, y sus ventas cayeron un 39 %.
Rechazo de ELA
ELA ha expresado su rechazo al ERTE al entender que la compañía busca «debilitar» las condiciones de los trabajadores con el objetivo de «maximizar sus beneficios».
ELA, sindicato mayoritario en el comité, ha recordado que el último ERTE en la planta finalizó en diciembre de 2024 y ha explicado que la dirección no ha dado más información sobre el nuevo expediente a la representación de la plantilla, con la que habrá una reunión el 8 de julio.
Ha denunciado que en una empresa como Tubos Reunidos con «importantes beneficios» la dirección continúe en su estrategia «de seguir aprovechándose de los mecanismos del ERTE» para socializar pérdidas y privatizar beneficios.

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