Las autoridades de la Franja de Gaza han confirmado este jueves la muerte de más de 300 palestinos en las últimas 48 horas a manos del Ejército israelí, a quien acusan de acabar con la vida de 30 de ellos mientras esperaban a ser atendidos para recibir ayuda humanitaria.

«El Ejército de ocupación israelí cometió 26 masacres sangrientas contra civiles palestinos en la Franja de Gaza durante las últimas 48 horas, con el resultado de más de 300 personas muertas, además de cientos de heridos y desaparecidos, en sucesivos y nuevos crímenes que confirman la continua aplicación de su política de asesinatos deliberados, genocidio y limpieza étnica», ha declarado la oficina de prensa del Gobierno gazatí.

En un comunicado difundido en su canal de Telegram, ha acusado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de dirigir sus «atroces» ataques hacia centros con «decenas de miles de desplazados» en su interior, zonas de descanso públicas, familias y hogares, mercados populares e instalaciones «vitales», además de «bombardear y matar a civiles hambrientos mientras buscaban comida».

Asimismo, las autoridades gazatíes han denunciado que la mayoría de las víctimas mortales son mujeres y niños, incidiendo en que «todos son civiles desarmados».

La ofensiva contra Gaza desde octubre de 2023 ha dejado hasta la fecha más de 57.000 palestinos muertos, tal y como han denunciado las autoridades del enclave palestino.

Por otra parte, han recordado que «estos crímenes coinciden con los continuos intentos de la ocupación de colapsar lo que queda del sistema de salud, bombardeando hospitales, atacando al personal médico e impidiendo la entrada de suministros vitales».

30 muertos mientras buscaban ayuda

Según fuentes médicas en el enclave palestino, una treintena de los 300 muertos en los últimos dos días, perdieron la vida mientras acudían a recibir ayuda humanitaria en el centro y el sur de la Franja de Gaza.

Además, 19 personas murieron en ataques contra la localidad de Jan Yunis, en el sur de la Franja, la mayoría en la zona costera de Mawasi, donde cientos de miles de gazatíes llegaron a refugiarse antes del alto el fuego de enero, ya que el Ejército israelí la consideraba una «zona humanitaria».

Los hospitales Al Shifa y Naser, ubicados en Ciudad de Gaza y en Jan Yunis, respectivamente, informaron de que aún están tratando de identificar varios cadáveres que no han sido incluidos en el recuento.

Ataque contra Líbano

Además, Israel ha lanzado este jueves una nueva oleada de bombardeos contra la zona de Yohmor al Shaqif, al sur del Líbano, supuestamente contra almacenes de armas e instalaciones militares pertenecientes a Hizbulah.

Según Tel Aviv, la posesión de armamento por parte del gupo chií constituye una «violación flagrante» del acuerdo de alto el fuego.

Los bombardeos se han producido poco después de que un dron israelí matara a una persona e hiriera a al menos otras tres en una concurrida carretera de Khalde, a alrededor de 10 kilómetros al sur de Beirut.

Todo ello coincide también en vísperas de un supuesto viaje al Líbano por parte del enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, una visita que medios locales aseguran está vinculada a un plan estadounidense para avanzar en los puntos bloqueados del cese de hostilidades.

Según han afirmado, Washington busca con ello el rápido desarme de Hizbulá, que todavía no ha ofrecido una respuesta formal al respecto, entre miedos a que un fracaso de la iniciativa pueda desencadenar una nueva ofensiva israelí de envergadura contra el Líbano.