
Definitivamente, cinco goles de diferencia no es insalvable en el balonmano. Para bien y para mal, un 16-11 es un resultado remontable si el equipo que va por detrás no se rinde. Super Amara Bera Bera sigue de dulce en este arranque de competición, aunque las ha visto moradas ante un Rocasa Gran Canaria que ha llegado al descanso ganando por 11-16. De hecho, el arranque de la segunda mitad no iba por mejores derroteros, hasta que con 14-19 en el marcador, con casi toda la segunda parte por jugarse, el conjunto isleño ha debido afrontar una doble inferioridad a cuenta de un siete metros y un cambio antirreglamentario.
Justo ahí ha cambiado el partido. Bera Bera ha afrontado la oportunidad como un vampiro que huele la sangre y en el lapso de siete minutos, a base de goles fáciles tras pérdidas o con penetraciones en superioridad, las guipuzcoanas han empatado a 19. Nicole Wiggins, tras no haber tenido una buena primera mitad, también ha entrado en calor en la portería y así todo ha resultado más fácil.
Con todo, la irrupción de Lyndie Tchaptchet ha sido providencial para decantar la balanza al bando donostiarra para el 30-27 final. La pivote navarra ha logrado un 5 de 5 en lanzamientos, con otras cuatro dianas para Karsten y Elba Álvarez. La efectividad grancanaria ha caído en picado y esa autoconfianza con la que está afrontando el arranque de competición ha servido de empujón a Bera Bera para suspirar con alivio arrancando la victoria de las fauces de la derrota.
Sin fuelle
La cruz de la moneda ha sido la derrota de Replasa Beti Onak en su cancha frente a un Porriño que se ha impuesto por 24-25, remontando un 16-11 en el marcador. El juego de las de Atarrabia ha sido más que bueno durante muchos minutos, con Mica Casasola liderando a las navarras con sus ocho goles.
Pero sabido es que Beti Onak afronta un inicio de competición difícil, con varias de sus jóvenes jugadoras tocadas y en el dique seco por culpa de las lesiones. Eso hace que los 60 minutos en juego acaben haciéndose largos.
Y naturalmente, hay un rival que también sabe jugar y que mete el colmillo en cuanto siente la grieta en su rival. Carolina Bono y Adriana Mallo han sido las principales goleadoras de la escuadra galaica, pero en el momento de la verdad con el duelo empatado a 23, varios remates de las de Atarrabia se han topado con la portería y los palos de su adversario y en cambio, Patri Encinas ha perdido la inspiración para detener los tiros finales de Paulina Pérez Buforn y Carolina Bono, quien ha establecido el 24-25 final.

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