La plataforma ciudadana Subflubiala Ez! ha comparecido este lunes a la tarde en el parque de Artatza, en Leioa, para convocar «a toda la población de Bizkaia» a la manifestación que partirá este próximo sábado, 18 de octubre, a las 17.00, desde la plaza del Arriaga, en Bilbo, para exigir la retirada del proyecto del túnel de Getxo a Portugalete bajo la Ría y reclamar un cambio de modelo de movilidad.

Es la segunda marcha que tendrá lugar en la capital vizcaina, después de la que se desarrolló en febrero, aunque también ha habido concentraciones ante el palacio foral con idéntico objetivo. 

«Esto no va solo de un túnel. Va de qué modelo de ciudad queremos, de si las instituciones nos escuchan de verdad, de si tomamos en serio la emergencia climática o seguimos haciendo como si no existiera», han señalado.

Por ello, han animado a la «ciudadanía comprometida» con la movilidad sostenible, la participación democrática y el futuro del territorio» a participar en la manifestación.

Han denunciado lo que entiende el Gobierno de Elixabete Etxanobe como participación ciudadana. «La Diputación aprobó definitivamente el proyecto el 17 de julio, semanas antes de que cerrara el plazo para presentar alegaciones. Nos pidieron opinión sobre algo ya decidido. Eso no es democracia, es un paripé. Asimismo, la documentación facilitada por la Agencia Vasca del Agua contenía errores y estaba obsoleta, imposibilitando una participación informada real», han criticado.

Han insistido en que el proyecto estrella en el ámbito de las infraestructuras viarias en el actual mandato contradice todos los compromisos climáticos asumidos por las instituciones, «desde el Pacto Verde Europeo hasta los objetivos de descarbonización de la propia Diputación de Bizkaia, pasando por la Estrategia de Cambio Climático 2050 del Gobierno Vasco».

«Apostar por más asfalto»

«La paradoja es demoledora: la propia Diputación reconoce que la infraestructura provocará un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, perpetuando un modelo de movilidad basado en el coche privado que debe ser superado. En plena emergencia climática, no podemos seguir apostando por más asfalto y más tráfico», han enfatizado.

La manifestación, han asegurado, es también una llamada a defender la salud. «Las zonas próximas a las bocas de los túneles se convertirían en ‘zonas de sacrificio’ donde, además de la contaminación, los niveles de ruido y vibraciones superarían los límites legales. Varios centros escolares se verían afectados. Denunciamos que no existen estudios sobre el impacto de las partículas PM 2.5 y otros contaminantes que se concentrarían en estas áreas, sustancias vinculadas a enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer», han expuesto.

Defienden que los 543 millones de euros que, según las previsiones de la Diputación, se van a invertir en el controvertido Subfluvial de Lamiako, deben ser destinados a desarrollar «un sistema de movilidad metropolitano del siglo XXI». «No nos oponemos por capricho. Nos oponemos porque existen alternativas de movilidad sostenible que reducirían emisiones, mejorarían la calidad de vida y nos acercarían a una ciudad habitable», han argumentado.