La Fiscalía de Gipuzkoa pide penas que suman catorce años y nueve meses de prisión, así como 30 días de localización permanente, para un joven al que acusa de agredir sexualmente de forma continuada, coaccionar, vejar y maltratar a su novia de 16 años.

Según recoge el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, el procesado mantuvo una relación sentimental con la víctima entre septiembre y diciembre de 2020, durante la que presuntamente se aprovechó de que la chica «tenía tan solo 16 años» para desarrollar «actitudes de control» hacia ella.

De esta manera, le prohibía quedar con sus amistades masculinas, le llamaba constantemente para saber dónde estaba y le exigía que le avisara de la hora a la que llegaba a casa.

En este contexto, «debido a los celos del acusado y a su insistencia», la víctima «dejó de hacer actividades que le gustaban», dado que «también era habitual» que, «con ánimo de quebrar su voluntad» le amenazara con dejar la relación «si no hacía lo que él quería».

Amenazaba con suicidarse

Pasado un tiempo, fue la menor quien quiso terminar la relación, pero «temía hacerlo», porque el hombre le había advertido de que si lo hacía «se iba a suicidar» y eso quedaría sobre su conciencia. El Ministerio Público concreta que, en una oportunidad, el procesado le escribió que estaba en un puente y que se iba a tirar desde él.

En ocasiones, el inculpado también le hacía llamadas a altas horas de la madrugada, «provocando que la víctima acudiese llorando a la habitación de su madre, ya que él le decía que se iba a suicidar».

El documento de la Fiscalía precisa también que en una oportunidad el inculpado llegó a pegarle un golpe en la cara tras agarrarla fuertemente del brazo durante una discusión.

En el plano sexual, el documento explica que el varón «le solicitaba de forma insistente que le enviase fotos», algo que la adolescente no quería, pero a lo que finalmente accedió «debido a la presión» del encausado.

La chica también se negó a las relaciones sexuales que el hombre le proponía y en varias ocasiones él la agredió, lo que la llevó a sufrir «importantes daños psicológicos».