Las mujeres del Movimiento Pensionista de Euskal Herria han celebrado su V. Asamblea este viernes en Gasteiz. Allí se han reunido más de un centenar mujeres de todo el sur vasco, menos de Nafarroa, que no han podido asistir por el temporal de nieve. Pese a ese contratiempo, «hemos venido con muchas ganas».

Se han enfocado en tres aspectos: la violencia machista hacia las mujeres mayores, la ILP para equiparar las pensiones al SMI -que PNV y PSE rechazaron en el Parlamento de Gasteiz- y los cuidados. Sobre esto último, han anunciado una jornada dentro de la dinámica Denon Bizitzak Erdigunean que tendrá lugar la próxima primavera.

Según han explicado a NAIZ Arantza Urkaregi, del movimiento de Bizkaia; Ana Tere Díaz, del de Araba y Arantza Corrales, del de Gipuzkoa, la violencia machista hacia las mujeres mayores y las posibilidades de recibir unos cuidados de calidad están condicionadas por la dependencia económica. Por lo tanto, combatir eso pasa por tener una pensión digna.

Para hablar sobre la violencia machista ha participado en la asamblea Iratxe Herrero Zarate. Tal y como ha recalcado Arantza Urkaregi, «la idea que tenemos de violencia machista está asociada a una mujer de mediana edad o joven y, por eso, los recursos que se ofrecen a las mujeres maltratadas no están adaptados a mujeres mayores».

En este sentido, Arantza Corrales ha recalcado la necesidad y la importancia de acondicionar esos recursos. «No hay una mirada hacia las personas mayores», ha lamentado.

Por su parte, Ana Tere Díaz ha destacado el especial énfasis que ha puesto Herrero Zarate en las mujeres mayores de 80 años. «Son las que han pasado más años con una educación más tradicional y atadas a la pata de la cama y tampoco han estado en puestos de trabajo que les permitan tener una pensión digna», ha explicado.

Otra condición de las mujeres mayores maltratadas es que, al estar jubiladas, ni ellas ni su maltratador salen de casa para trabajar, por lo que ellas «corren mucho más riesgo», ha denunciado Díaz.

«Con los cuidados pasa lo mismo», ha añadido Arantza Corrales. «¿Qué tipo de cuidados vas a recibir sin una pensión digna? Acabas en un mal sitio, por no decir que en manos de las instituciones», ha dicho. Ha lamentado, también, que el 44% de las mujeres que viven en residencias sufren violencia.

Además de como receptoras de cuidados, como cuidadoras «las mujeres siempre tenemos los cuidados en la cabeza», han explicado las pensionistas. Es por ello que, en situaciones de maltrato, muchas no denuncian porque les preocupa qué pasara con el hombre.

El 2 de diciembre, a Bilbo

También han analizado en la asamblea en rechazo de PNV y PSE a la ILP para complementar las pensiones más bajas y equipararlas al SMI. «Hemos dicho una y otra vez que las pensiones bajas tienen especial impacto en las mujeres», ha recalcado Urkaregi. «Las pensiones miserables no posibilitan el hacer vida normal, no podemos llegar a fin de mes», ha añadido.

Para denunciar esto, las mujeres pensionistas han convocado una movilización para el próximo 2 de diciembre, martes, en Bilbo. Se concentrarán en el Mercado de la Ribera a las 11.00, recorriendo el mismo en una cadena de denuncia, para luego ir en manifestación hasta las sedes de PNV y PSE.

Las pensionistas han querido remarcar especialmente una idea que ha expuesto Iratxe Herrero Zarate, «que ayudamos a las mujeres maltratadas». Además de enfocarse en las pensiones, «también denunciamos la situación precaria de las trabajadoras y de las usuarias de las residencias y del SAD», ha explicado Ana Tere Díaz.

Arantza Corrales ha añadido que, la realidad de las mujeres mayores «estaba escondida y hemos sido las mujeres del Movimiento Pensionista las que la hemos sacado a la luz». «Cuando se dice que para qué vamos a las plazas, también vamos para esto».