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La OMS advierte a Rusia que atacar hospitales es un crimen de guerra

La OMS ha recordado que los ataques a objetivos médicos como el hospital infantil de Mariupol atentan contra la Convención de Ginebra. Ucrania cifra en tres los muertos, uno un niño. Rusia dice que era una «base radical» pero investigará. Que pida asesoramiento de Israel, experto en Gaza. O a EEUU.

Imagen de supervivientes del ataque saliendo del hospital atacado en Mariuopol. (Policía Ucraniana | AFP)

El máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha recordado hoy que los ataques contra objetivos médicos son «violaciones muy graves» de las Convenciones de Ginebra, un día después de que Ucrania denunciara el ataque ruso contra la sede de un hospital infantil de la asediada ciudad de Mariupol.

«Los ataques contra hospitales y personal médico están prohibidos en el derecho internacional humanitario», ha advertido el director general de la OMS ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Las Convenciones de Ginebra, un corpus legislativo internacional que empezó a formarse en 1864 y fue ampliado tras las guerras mundiales del siglo XX, regulan los derechos individuales en tiempos de guerra, en especial los del personal médico a ser considerado neutral para poder tratar a los heridos.

Su violación puede ser constitutiva de crímenes de guerra, un tipo de delito que, junto a otras posibles violaciones y abusos, será investigado en la guerra en Ucrania por la comisión de expertos que la semana se aprobó en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Tres muertos, uno un niño

Las autoridades de Kiev acusaron a Rusia del ataque contra el establecimiento sanitario de Mariupol y señalaron que mató a al menos tres personas, entre ellas un niño, e hirió a al menos 17 personas.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, denunció que el ataque había dejado niños y parturientas bajo los escombros de los edificios destruidos.

Rusia justifica pero duda

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha puesto en cuestión la versión de Ucrania y ha asegurado que no era ya un centro médico, sino una «base de un batallón radical».

Lavrov ha asegurado que las autoridades rusas ya habían denunciado previamente que los pacientes y el personal del hospital habían sido expulsados de las instalaciones.

La portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajarova, ha hablado directamente de «terrorismo informativo».

Más cauto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que solicitará más datos a las Fuerzas Armadas antes de emitir una valoración más precisa. «No tenemos una información clara de lo que sucedió allí», ha reconocido.

EEUU, Israel...

Mariupol, ciudad portuaria en el Mar de Azov, lleva sitiada prácticamente desde el inicio de la agresión militar rusa, desde el este y norte por los rebeldes pro-rusos del Donbass, y desde el sur y oeste por las fuerzas rusas en la anexionada Crimea y por la flota rusa del Mar Negro.

Siendo cierto que en la ciudad, bombardeada diariamente, está acantonado el batallón Azov, milicias paramilitares ultraderechistas del partido Svoboda, la justificación del ataque por parte del Kremlin es habitual en campañas de bombardeo.

EEUU ha solido justificar ataques a hospitales y a objetivos civiles en Irak y Afganistán como errores o como objetivos militares.

Israel acusa regularmente a Hamas de refugiarse en zonas civiles y utilizarlo como escudos humanos en sus ataques y bombardeos periódicos sobre Gaza.

Los ejércitos utilizan no pocas veces los bombardeos contra objetivos muy sensibles para minar la resistencia de los atacados. Otras veces sus misiles, «de alta precisión», yerran.