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Se acabó un año de despedidas y bienvenidas

2023 se despide con un nuevo campeón mundial, rebelión de futbolistas por todo el planeta y la retirada de jugadoras históricas. Irene Paredes ha levantado cuatro trofeos, el Eibar ha regresado a Primera y el fútbol europeo ha estrenado competición con la vista puesta en los Juegos de París.

Irene Paredes celebra con Laia Codina y Cata Coll el triunfo en la semifinal del Mundial. (Michael Bradley | AFP)

Se acaba el año del #Seacabó. Bien podría ser la palabra, o el «palabro», de 2023 y no solo en el Estado español porque los acontecimientos que se vivieron en la final del Mundial, que acabaron destapando las miserias de la Federación Española, con las mujeres como principales víctimas, despertaron una ola de solidaridad por todo el mundo, donde las futbolistas ya venían rebelándose en los cinco continentes.

Pero aunque el «affaire Rubiales» ha copado portadas y horas de emisión, el año ha dejado otro sinfín de noticias. Más relevantes, siquiera porque se limitan al terreno deportivo, aunque no todas festejables. No acaban de serlo las despedidas, inevitables, que han protagonizado numerosas futbolistas históricas aunque la mayoría han podido decir adiós con el reconocimiento que merecen. Y menos aún las lesiones, que se multiplican al mismo ritmo que crecen exigencia y competiciones. Williamson, Pugh o Beckie se rompieron el cruzado para unirse a la extensísima lista de bajas del Mundial. En casa, 2023 empezó con una nueva rotura de ligamento cruzado de Cecilia Marcos, a la que le siguieron en primavera Puyi, que acaba de reaparecer, y Marta Unzue.

Una lesión que ya sufrió en su día Nekane Díez. La superó para acabar vistiendo la camiseta del Athletic durante nada menos que 16 temporadas. El pasado 30 de junio cerraba esa etapa como lo hacía Iraia Iparragirre tras ocho temporadas en la Real. A nivel internacional se han sucedido las despedidas de futbolistas históricas. Decía adiós a la selección la brasileña Marta, considerada la mejor jugadora de la historia, tras disputar su sexto Mudial. También lo han hecho en otoño Caroline Seger, la jugadora europea con más internacionalidades, o Christine Sinclair, con 331 internacionalidades y 190 goles –récord mundial tanto en categoría femenina como masculina– en su cuenta. Además, han colgado las botas Janine Van Wyk o Megan Rapinoe, entre otras.

Cara y cruz mundialista

No ha podido hacerlo como le habría gustado la norteamericana, un icono que trasciende el fútbol, y que ha acumulado disgustos en la recta final de la temporada. Ha visto cómo el Gotham –con la extxuriurdin Maitane López en sus filas– le dejaba sin el título de la NWSL al imponerse al OL Reign en la final, tres meses después de haberse llevado un golpe aún peor. Y es que un gol fantasma en la tanda de penaltis, en la que la propia Rapinoe erró su lanzamiento, dio a Suecia el billete a cuartos de final del Mundial y dejó a la tetracampeona Estados Unidos fuera del podio por primera vez en su historia.

Naeher intenta detener el lanzamiento de penalti de Hurtig. William West/AFP

No fue la única campanada de la cita, que Alemania abandonaba en la fase de grupos, también por primera vez en su historia. A Martina Voss Teclenburg le ha costado el puesto, como pasó con el estadounidense Vlatko Andonovski, la italiana Milena Bertolini y otro buen número de seleccionadores que se han ido al paro tras la disputa de un Mundial histórico por un sinfín de cuestiones. Fue el primero que se celebraba en Oceanía, el primero organizado por dos países, Australia y Nueva Zelanda, el primero con 32 selecciones participantes, batió récords de asistencia y seguimiento televisivo en los países organizadores –los horarios lo complicaron en otros continentes con mayor–, proporcionó a la FIFA los mayores ingresos que ha producido nunca un Mundial femenino y ésta, a su vez, triplicó los premios y aseguró a todas las futbolistas participantes una prima mínima de 30.000 dólares aunque algunas todavía están esperando que sus Federaciones hagan efectivo el pago.

A nivel deportivo, la ampliación del torneo a 32 participantes había generado dudas pero se acabó revelando un acierto. Todavía hay clases pero incluso las selecciones humildes, debutantes incluidas, se mostraron capaces de competir. La eliminación temprana de Estados Unidos y Alemania, el papel de Colombia o la presencia de Sudáfrica, Jamaica o Marruecos en la fase de eliminatorias confirmó la entrada en una nueva era, que se completó con el primer título de su historia para la selección española.

Con una crisis institucional que venía de lejos y que precisamente lo sucedido en el Mundial puede ayudar a solucionar y tras una fase de grupos en la que encajó cuatro goles a manos de Japón, el equipo rojigualdo fue de menos a más para ofrecer un fútbol espléndido en las eliminatorias y acabar haciéndose con el título ante una Inglaterra que llegaba a la final como la única favorita en pie pese a las dudas que había generado en varios partidos.

«Las niñatas»

Si el triunfo de España pasó a la historia, también lo ha hecho todo lo sucedido en las horas, días y semanas posteriores. El «piquito» de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, sus gestos en el palco del Estadio Australia, su reacción posterior... opacaron el logro de un grupo de jugadoras que acababan de conseguir el mayor éxito de sus vidas. Pero también revelaron a la opinión pública lo que se cocía en una Federación que ya había dejado sin Mundial a futbolistas como Amaiur Sarriegi, Nerea Eizagirre o Ainhoa Vicente por reclamar mejores condiciones de trabajo y en la que ni el trato ni la organización estaban a la altura que demandan no ya unas campeonas del mundo sino cualquier deportista.

Se rebelaron las futbolistas, encontraron esta vez apoyo en la opinión pública, se les unieron deportistas de los cinco continentes –entre los que, curiosamente, se echó a faltar durante mucho tiempo a los futbolistas internacionales españoles– y hasta la FIFA se acabó dando por aludida, inhabilitando a un Luis Rubiales que también ha perdido la protección del Gobierno español y de un Ministerio de Cultura y Deporte y un Consejo Superior de Deportes que había hecho oídos sordos a las reclamaciones del fútbol femenino, tanto de las futbolistas como de los clubes, hasta que el escándalo adquirió dimensión mundial. Hubo que esperar semanas, aún así, para que la situación empezase a encauzarse. La designación de Montse Tomé –segunda de Jorge Vilda hasta la destitución del seleccionador español, muy unido a Rubiales– como nueva seleccionadora, la decisión de esta de citar a futbolistas que se negaban a acudir a la selección con amenaza velada incluida, las mentiras en su primera rueda de prensa como máxima responsable del equipo español colmaron el vaso. Aparentemente para bien, por fortuna, porque la primera concentración a las órdenes de Tomé se convirtió en un punto de inflexión, intervención del CSD mediante, que de momento se ha saldado con un buen número de cambios en la estructura de la Federación española –paralelamente al proceso judicial, en el que se investiga a varios de los ya excargos federativos– y la creación de una Comisión mixta en la que se trabajan las mejoras que reclaman las jugadoras.

Jugadoras de Suecia y España posan juntas antes de su partido de Nations League. SvenskaFotboll

Las españolas no han sido las únicas que se han plantado. Las internacionales de Canadá o Francia enarbolaron el #Seacabó meses antes, como después lo han hecho las jamaicanas o, con menos fortuna, las zambias. Pese a disfrutar de una situación infinitamente mejor, las futbolistas de Inglaterra y Australia también se tuvieron que poner serias en las negociaciones con sus Federaciones antes del Mundial.

Tampoco se libran las competiciones domésticas, ni siquiera las más potentes. 2023, de hecho, comenzó con las sanciones a entrenadores, clubes y la propia competición por los casos de abuso y acoso en la NWSL. En la Liga F, el inicio de temporada se retrasó por la huelga de las futbolistas en demanda de mejores condiciones salariales, dentro de la negociación para la renovación del convenio femenino. Además, saltó el escándalo en el Alhama de Murcia por el trato degradante a sus jugadoras del entrenador Randri García, al que la Federación Española acaba de condenar a una suspensión de licencia de dos años. No es el caso de Carlos Santiso, que sigue al frente del Rayo Vallecano.

La única alegría

La deriva institucional del club madrileño, que mantiene al técnico en el cargo, se refleja en la situación deportiva de un equipo histórico, que la pasada primavera volvía a perder la categoría para descender a 2ª RFEF. La mantuvo con un final de temporada agónico el Athletic B, que repite en 1ª RFEF junto a un Osasuna que volvió a morir en la orilla. Ya no compite con ellos el Eibar que, un año después de descender, regresó a la Liga F.

Fue prácticamente la única alegría de una temporada en la que el Alavés siguió el camino inverso para caer a la segunda categoría. Con consecuencias menos funestas pero tampoco le acabó de ir bien al Athletic, que finalizó la Liga en la 10ª plaza tras haber tonteado con el descenso durante un buen tiempo y que alcanzó la semifinal de Copa para caer goleado ante el Real Madrid. La desilusión fue mayor en la Real por lo alto que había colocado el listón en la temporada previa: tras haber caído en su debut en Champions League a las primeras de cambio ante el potente Bayern, repitió en Copa perdiendo ante el Atlético de Madrid, mientras acababa la Liga en el 8º puesto, muy lejos de las cifras que le habían dado su primera participación europea. Solo se permitió ilusionarse en la Supercopa, en la que superó al Sporting de Huelva para enfrentarse en la final a un Barcelona que no perdonó. La portera del filial txuriurdin Alazne Estensoro acabó más contenta: ascendió a 2ª RFEF con la Real B y logró el subcampeonato en la Eurocopa sub17 con España. Mejor aún les fue a tres rojiblancas: Maite Zubieta –que el año pasado ya había sido campeona mundial sub20 y europea sub19–, Jone Amezaga y Sara Ortega –campeonas del mundo sub17 en 2022– se proclamaron campeonas de Europa sub19.

Homenaje a Zubieta, Ortega y Amezaga, campeonas de Europa sub19, en Lezama. Athletic Club

A nivel de clubes, no pinta mucho mejor que el anterior el nuevo curso, que llegará a su ecuador en cuanto arranque 2024 y en el que se han registrado muchos cambios. Natalia Arroyo y Yerai Martín siguen al frente de Real y Eibar pero David Aznar ha dado el relevo a Iraia Iturregi –ahora en el cuerpo técnico del Baskonia- en el Ahletic, Josu Domínguez a Kakun Mainz en Osasuna y Andrea Esteban a Iñigo Juaristi en el Alavés. Sin resultados demasiado halagüeños en casi todos los casos. Solo las armeras cumplen, a duras penas, su objetivo de momento, manteniéndose fuera del descenso. La trayectoria de txuriurdines y rojiblancas sigue marcada por la irregularidad, aunque ambos equipos han acabado el año con buenas sensaciones y, en 1ª RFEF, Osasuna no acaba de engancharse a la pelea por el ascenso, el Alavés está más cerca de la cola que de la cabeza y el Athletic B cierra la clasificación.

Campeonas

Y es que la competencia sigue aumentando. En la Liga F se nota en la pelea europea –cuatro equipos separados por un punto pugnan por dos plazas– aunque todavía no en la lucha por el título, que ya casi puede empezar a celebrar un Barcelona que cuenta sus partidos por victorias y, en muchos casos, por goleadas. El equipo culé volvió a cerrar en junio una temporada histórica, en la que solo se le escapó la Copa, de la que cayó por alineación indebida en su encuentro de octavos de final en el Sadar. A cambio, se embolsó su octavo título de Liga, su tercera Supercopa y su segunda Champions League, derrotando al Wolfsburgo en la final.

Fue la primera para Irene Paredes, que se confirma como la futbolista vasca con mejor palmarés, sobre todo después de que en agosto se convirtiera también, junto a Oihane Hernández –Maite Oroz y Elene Lete se cayeron de la lista en el último corte–, en campeona del mundo.

Le sigue de cerca Damaris Egurrola, que se había adjudicado la Champions un año antes con el Olympique y, en este 2023 en el que también ha debutado en el Mundial con menos suerte que sus dos excompañeras del Athletic, ha conquistado también Liga, Copa y Supercopa con el Olympique. El campeón francés también lidera ahora la Division 1 y, como el Barcelona, se ha asegurado ya la clasificación para los cuartos de final de la Champions League.

Damaris Egurrola posa con los trofeos de Liga y Copa. OL

En la Bundesliga, hubo vuelco en la segunda vuelta de la temporada y acabó ganando el Bayern por delante de Wolfsburgo y Eintracht, que regresaba así a Europa. El verano tampoco les fue bien a las lobas, que caían en la previa de Champions ante el matagigantes Paris FC pero, a cambio, han arrebatado el liderato de la Bundesliga en la última jornada al Bayern, que también está sufriendo en la competición continental. El Wolfsburgo, además, se adjudicó la Pokal derrotando al Friburgo en la final.

En Inglaterra manda el Chelsea, que comenzará 2024 liderando la Liga. Ya se la adjudicó en primavera, por delante de Manchester United y Arsenal, que le acompañaron en Europa –por primera vez en el caso del United– pero cayeron en la previa. Las blues también se adjudicaron su quinta FA Cup, precisamente ante el equipo de la exrojiblanca Lucía García en la final que acogió Wembley, mientras el Arsenal se hacía con su sexta ContiCup ante el Chelsea.

Sí hubo novedades en Italia, donde la Roma puso fin al imperio juventino, haciéndose con su primer título de Liga. Con Oihane Valdezate en sus filas, cierra 2023 liderando la clasificación y peleando por los cuartos de final de Champions. La Juve, eliminada en la previa europea, se consuela con su tercer título de Copa, que conquistó, precisamente, ante la Roma con un gol en el descuento.

En Sudamérica, Corinthians se ha hecho con su cuarto título en la Copa Libertadores, que acogió Colombia.

Nuevos retos

El año acaba, además, con una nueva competición a punto de decidirse. Siguiendo el modelo masculino, la UEFA ha puesto en marcha la Liga de Naciones que, además del propio título, pone en juego los dos billetes europeos a los Juegos de París del próximo verano. Solo Francia, como anfitriona, tiene la plaza asegurada en el torneo olímpico, al que no acudirán Suecia, medallista en las dos últimas ediciones, o la vigente campeona europea Inglaterra.

El equipo de Sarina Wiegman compartía grupo en la Liga de Naciones con los Países Bajos de Damaris Egurrola, que acabó consiguiendo el pase a la fase final en una emocionante última jornada. En semifinales se enfrentará a España, ante la que cayó en cuartos de final del pasado Mundial. El otro enfrentamiento lo disputarán Francia y una Alemania que empezó con mal pie pero acabó remontando y suspira por enterrar el mal trago mundialista. Tanto el play-off por el título –y los dos billetes olímpicos– como las eliminatorias de ascensos y descensos se disputarán en febrero.

También se decidirán entonces el billete Olímpico de la Confederación Oceánica y las dos que le corresponden a la Confederación Asiática. Habrá que esperar a abril para conocer a los dos representantes africanos. Tienen ya plaza asegurada Estados Unidos y Canadá por la CONCACAF y Brasil y Colombia en representación de la CONMEBOL.

Aitana Bonmatí besa el trofeo de Champions League. FC Barcelona.

2024 también comenzará con reparto de premios. El 15 de enero se conocerá a la ganadora del The Best de la FIFA, que tiene como favorita indiscutible a Aitana Bonmatí. La futbolista del Barcelona ha tomado el testigo de su compañera Alexia Putellas en el reinado del fútbol mundial, llevándose en 2023 el Balón de Oro, el galardón a la mejor jugadora de la Champions League, del año en la UEFA y el Balón de Oro del Mundial.