Kelvin Kiptum, el eterno cometa del maratón
El fallecimiento en accidente de tráfico de Kiptum, plusmarquista mundial de maratón, desató una ola de condolencias a nivel internacional elogiando la figura del joven keniano, llamado a marcar una época en el atletismo por ser el principal candidato a bajar de las dos horas en la mítica distancia.
El atleta keniano Kelvin Kiptum, fallecido el domingo en un accidente de tráfico, sorprendió al mundo del atletismo al imponer el récord mundial de maratón en Chicago en octubre y parecía destinado a un destino dorado en los Juegos Olímpicos de París. De hecho, en la cita olímpica se esperaba un duelo de alto voltaje entre Kiptum y su compatriota Eliud Kipchoge que tendría el doble aliciente de saber quién ganaría y si alguno sería capaz de bajar de las dos horas.
Aún desconocido hace dos años, Kiptum hizo una aparición sensacional en el mundo del maratón al imponerse en su tercer intento, en 2 horas y 35 segundos, el récord mundial en Chicago, mejorando la marca de su compatriota Eliud Kipchoge, leyenda del atletismo.
«Tenía toda la vida por delante para alcanzar la excelencia», admitió Kipchoge, doble campeón olímpico de maratón (2016, 2021), que había batido dos veces el récord mundial antes de ser desposeído del mismo.
«Solo a principios de semana en Chicago, donde Kelvin estableció su extraordinario récord mundial de maratón, pude ratificar oficialmente su tiempo histórico», respondió Sebastian Coe, presidente de la Federación Atlética, despidiéndose de «un atleta increíble que deja un legado increíble».
El fenómeno keniano había advertido que intentaría ser el primer hombre en correr un maratón oficial en menos de dos horas en Rotterdam el 14 de abril. También era el gran favorito para el maratón de los Juegos Olímpicos de París (del 26 de julio al 11 de agosto).
Heredero de Kipchoge
La imagen seguirá siendo la de un atleta esbelto (1,78 m, 59 kg), volando con zancada potente sobre el asfalto de Chicago el pasado mes de octubre, incluso acelerando en la segunda parte de la carrera, donde la mayoría de los corredores de maratón de todos los niveles están debilitandose. Una actuación que le permitió batir el récord mundial (2:01.09 de Kipchoge), menos de un año después de su primer intento en la distancia en Valencia (2:01.53 en diciembre de 2022).
Mientras tanto, Kiptum había confirmado su extraordinario talento al aplastar el venerable maratón de Londres en abril de 2023 en 2:01.25, entonces el segundo mejor tiempo de la historia.
Su loca trayectoria se opuso a la de Kipchoge, contra quien nunca corrió: Kipchoge, de 39 años, había triunfado después de una carrera construida por etapas, primero en la pista hasta los 27. Su objetivo es conseguir un tercer título olímpico en París este verano.
Kelvin Kiptum entrenaba cerca de su pueblo natal, Chepkorio (oeste), a unos cuarenta kilómetros de Eldoret, la meca del running en Kenia.
Lo guió, en particular, el ruandés Gervais Hakizimana, residente en el Estado francés, corredor de nivel nacional, que había conocido a Kiptum durante sus estancias de entrenamiento en Kenia, fallecido también el domingo en el accidente de tráfico. Un tercer ocupante, herido, fue hospitalizado. La policía de Kenia no ha revelado su identidad.
«Corre, come, duerme»
«Cuando hacíamos sesiones de escalada en el bosque cerca de su casa, él era pequeño pero nos seguía, descalzo, después de cuidar las cabras y ovejas. Fue en 2013, todavía no había empezado a escalar ni a correr», dijo Gervais Hakizimana a AFP en octubre.
Kiptum empezó a correr con regularidad en 2016. En 2019, logró dos medias maratones muy rápidas en dos semanas (60:48 en Copenhague y 59:53 en Belfort, Estado francés), cuando Gervais Hakizimana se ofreció a entrenarlo para el maratón, y su colaboración se llevó a cabo durante la pandemia de Covid-19 en 2020.
Apasionado del entrenamiento, Kiptum corría regularmente más de 250 kilómetros por semana, y en ocasiones más de 300, cifras raras incluso a un nivel muy alto, aseguró su entrenador.
«En Chepkorio vivimos juntos. Él me alquila una habitación. Está muy cerca de su casa, pero es mejor que no vuelva a casa, tiene que concentrarse, está la familia, los niños... Hay que encerrarse. Sólo corre, come, duerme», añadió el entrenador, sobre su deportista, refiriéndose a «un chico al que le gusta comunicar, que escucha mucho».
El ruandés posó, lleno de admiración, con su atleta, con cartel de «récord mundial» en mano, en Chicago el pasado mes de octubre.