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El SNP se agarra a la economía y a la amenaza de Reform UK para reactivar el independentismo

El SNP, con las elecciones de mayo de 2026 al Parlamento de Escocia en el horizonte, ha tratado de volver a unificar al independentismo bajo sus siglas, alertando de la amenaza de la extrema derecha, los límites del autogobierno y la economía londinense.

John Swinney, ministro principal escocés, durante el congreso anual del SNP en Aberdeen. (Jane Barlow | Europa Press)

El independentismo escocés vive horas bajas. Quizás, las más bajas en dos décadas. Después de quedarse a las puertas de la victoria en el referéndum de hace 11 años y chocar contra una pared durante la siguiente década en busca de la segunda consulta hasta dar con la negativa de la Corte Suprema, cosechó sus peores resultados en una cita electoral en las últimas elecciones al Parlamento británico.

Con ese trasfondo, y con las elecciones escocesas de mayo de 2026 en el horizonte, el SNP ha celebrado entre el sábado y el lunes en Aberdeen su congreso anual. Allí se han debatido y votado decenas de enmiendas que deben marcar la hoja de ruta del partido a lo largo del año. Pero, sobre todo, la formación ha tratado de reactivar la unión independentista que le llevó a ser hegemónica al norte de la isla desde 2007.

Para ello, ha puesto en valor los éxitos del autogobierno y ha alimentado la amenaza del partido de extrema derecha Reform UK de Nigel Farage, a quien todas las encuestas están dando alas.

A la cita de Aberdeen se llegó tras la publicación la semana pasada por parte del Gobierno escocés del documento ‘A Fresh Start with Independence’ (Un comienzo nuevo para la independencia). El documento, de 91 páginas, pone énfasis en la economía de los hogares escoceses, defendiendo que podrían obtener un beneficio de 10.000 libras (11.544 euros) al año si la nación alcanzara la productividad de economías europeas de tamaño similar, apoyándose en cálculos del centro de estudios británico Resolution Foundation. 

La economía, o la falta de certezas sobre la economía en una Escocia independiente, resultaron decisivas a la hora de decantar la balanza en el referéndum de 2014. Y el independentismo sabe que, si algún día se vuelve a dar el caso, el bienestar y la economía de los hogares escoceses serán la principal batalla a disputar. 

El premier escocés y líder del partido, John Swinney, aseguró que «la independencia es la oportunidad de mejor el nivel de vida» y advirtió de que la autonomía vigente «ha alcanzado sus límites» ante las restricciones impuestas por Londres. «El Reino Unido no está funcionando para Escocia», subrayó.

El documento, parte de una serie del Gobierno escocés sobre la estructura constitucional, plantea que un país independiente podría reincorporarse a la Unión Europea, crear un banco central propio y adoptar una nueva moneda escocesa. Las ideas que los soberanistas ya defendieron en la campaña de 2014, pero que no lograron plasmar. 

La amenaza de la ultraderecha

Swinney parece haber logrado estabilizar la caída del partido tras un año de turbulencias internas y pérdida de apoyo frente al Partido Laborista de Keir Starmer en las elecciones británicas de 2024. Mientras, el apoyo a los laboristas se debilita y Reform UK amenaza con fragmentar el voto unionista. Tanto que, de cara a los comicios de mayo, las encuestas le dan al partido de Farage el segundo lugar, por detrás del SNP.

«Los laboristas y los conservadores están atrapados en una carrera hacia la derecha que solo ganará Nigel Farage. El miedo a Farage está llevando a Westminster a posiciones cada vez más extremas», advirtió Swinney en Aberdeen. En este sentido, anunció que el Gobierno de Escocia facilitará visados a cientos de trabajadores del sector de cuidados a los que Londres ha retirado permisos laborales, «para que puedan trabajar y pagar impuestos en Escocia», y continuó diciendo: «Los refugiados son bienvenidos aquí».

Así, el líder del SNP vinculó la urgencia de reabrir el debate sobre la independencia al «giro a la derecha» de la política británica y a las consecuencias del Brexit. «La posibilidad de que Nigel Farage (líder de Reform UK) llegue a ser primer ministro del Reino Unido es muy real», alertó, y avisó de que «aunque no llegue al 10 de Downing Street, está empujando la agenda de Westminster cada vez más hacia la derecha».

Mandato sin guia

Los delegados del SNP respaldaron el plan de la dirección para considerar un nuevo mandato independentista si el partido obtiene la mayoría de los escaños en las elecciones autonómicas del 7 de mayo de 2026. Sin embargo, no detalló cómo ejecutar este mandato, tras las reiteradas negativas de Londres a acceder a un segundo referéndum. 

«El Reino Unido se hunde en el pesimismo del Brexit, la desigualdad y el populismo. Escocia necesita un nuevo comienzo. Cada día debemos ser más fuertes y más comprometidos, porque juntos ganaremos la independencia de Escocia», concluyó Swinney.