INFO

El Eibar se estanca en los números rojos

Aumenta ingresos y sigue recortando gastos, pero cerró el último ejercicio con 1,9 millones de pérdidas, que se van a los 5 en el presupuesto de la temporada actual. Los dirigentes armeros lamentan la falta de apoyo institucional que sí reciben otras entidades deportivas.

La Junta General de accionistas se celebrará dentro de un mes. (SD Eibar)

El Eibar celebrará su Junta General Ordinaria el próximo 27 de noviembre y las noticias que recibirán los accionistas no serán buenas. El deseo del club pasaba por regresar a los números negros en esta temporada 25/26, tras cuatro ejercicios con pérdidas, pero nada más lejos de la realidad. El Eibar se ha estancado en los números rojos, que amenazan con convertirse en un problema estructural, si no lo han hecho ya.

Completadas las tres primeras temporadas en Segunda tras la pérdida de categoría, se cerraba en junio de 2024 el plan que había diseñado la entidad para tratar de regresar a Primera, por el que compensaba la dramática reducción de ingresos echando mano de parte de los cuantiosos ahorros que había acumulado en sus siete temporadas en la elite. Pero, aunque también los gastos se han recortado drásticamente en este tiempo y se han buscado con éxito nuevas entradas de dinero, el equilibrio sigue lejos de conseguirse. Tal y como se adelantó hace un año, el ejercicio 24/25 ha sido el cuarto consecutivo en cerrarse con pérdidas. Son un 20% inferiores a las presupuestadas pero aún así alcanzan los 1,9 millones de euros. Peor aún, aunque se confía en mejorar el resultado final tal y como sucede habitualmente, el presupuesto elaborado para la campaña actual prácticamente duplica la previsión de pérdidas, elevándolas a los 5,29 millones antes de impuestos. Se debe principalmente a la falta de ingresos extraordinarios previstos, que normalmente se consiguen con la venta de jugadores, y que en el último balance se acercaron a los cuatro millones. También a que las amortizaciones del inmovilizado, previsiblemente por la Ciudad Deportiva que ya está en funcionamiento, duplican su peso para colocarse en los 1,6 millones.

El Consejo multiplica esfuerzos para que se reduzcan los gastos y aumenten los ingresos pero ninguno de los dos apartados lo hace a la velocidad necesaria para alcanzar el equilibrio presupuestario. En el último ejercicio, por ejemplo, han aumentado las entradas por comercialización y publicidad, que resulta muy meritorio en la actual tesitura, también lo han hecho los ingresos deportivos –el número de socios desciende ligeramente por primera vez desde el regreso a Segunda pero se mantiene por encima de los 6.000– y se han reducido los gastos de personal en otro 16%, más de dos millones, pero han sido los ingresos extraordinarios los que han amortiguado el golpe.

Ingresos recurrentes

Por eso el principal objetivo de los dirigentes eibarreses pasa por aumentar los ingresos ordinarios, tal y como han explicado en el encuentro que han mantenido hoy con la prensa en Ipurua. «No es algo puntual, que venga alguien y ponga ese dinero porque no tenemos un problema de tesorería, sino de generación de ingresos», aseguraba la presidenta Amaia Gorostiza, recordando las características de una rara avis como el Eibar en el fútbol profesional. «Pese a que somos el club con mayor porcentaje de abonados respecto a su población, somos una ciudad pequeña, no llenamos un campo de 40.000 personas, y es lógico que un patrocinador, por ejemplo, tenga más interés en publicitarse en el campo de una capital de provincia que en un pueblo de 27.000 habitantes».

Evidentemente, todo se solucionaría con el regreso a Primera, que por algo se llama el «maná televisivo» a los ingresos por retransmisiones. De ahí que el Consejo se estruje los sesos para reducir gastos «sin perder competitividad», recalca el consejero Joseba Unamuno. Pero cada año que pasa, precisamente porque las estrecheces económicas crecen, resulta más complicado y eso provoca, a su vez, que se reduzcan los ingresos por esa vía. Y fuera de ahí, «tenemos un límite en cuanto a aumentar ingresos», coincide Unamuno con la presidenta.

El apoyo de las instituciones

Por todo ello agradecerían el apoyo de las instituciones que, recalcan ambos, sí reciben otros clubes de elite. «Necesitamos apoyo institucional. No lo hemos tenido durante los diez últimos años y creo que sería importante de cara al futuro. Tampoco lo hemos tenido en las infraestructuras, que hemos hecho con nuestros propios recursos –recuerda el consejero–. Queremos sentirnos arropados».

Gorostiza ha mostrado a menudo su disgusto con la discriminación que padece el Eibar. No es una sensación subjetiva. La Autoridad Vasca de la Competencia, por ejemplo, emitió en 2021 un informe respecto al reparto de ayudas al fútbol base guipuzcoano, en el que se tildaba de «ayuda de Estado incompatible con el mercado interior» el convenio vigente, por el que solo los clubes convenidos con la Real Sociedad pueden acceder a esas ayudas públicas. Una norma que «discrimina» en este caso al Eibar, al que le ha supuesto «una merma económica», que coloca a la Real en una posición «de dominio» y frente a la que se recomendaba a la Diputación «realizar una convocatoria pública de ayudas para los clubes» para el fomento del fútbol base.

Amaia Gorostiza y Joseba Unamuno han repasado la actualidad del club en Ipurua. (SDEibar)

Pero, denuncia una vez más la presidenta, «desde 2016 no hemos recibido un euro» por el trabajo con el fútbol base, pese a que el club cuenta, por debajo de las dos plantillas profesionales, con trece equipos que van desde categoría alevín hasta 2ª RFEF. Cuatro de ellos son femeninos, desde categoría Infantil hasta 2ª RFEF, completando una escalera sobre la que se sitúa el equipo profesional. Y tampoco por este lado recibe ninguna ayuda pública el Eibar.  «Al menos 16 de los 22 equipos de Segunda tienen acuerdos de patrocinio con sus instituciones. Nosotros no. En la Liga F, al menos 11 de 16 tienen acuerdos de patrocinio institucionales. Nosotros no –enumera Gorostiza–. En el equipo Genuine, tenemos apoyo de la Liga. En el PC (parálisis cerebral), nada, pese a que somos el único equipo vasco que tiene esta modalidad».

La presidenta armera se reconoce «frustrada» y entiende que el beneficio de un Eibar en buena situación es general. Tanto por su trabajo a nivel deportivo desde la base, como por sus iniciativas sociales, que se han visto lógicamente afectadas por los recortes, como por las importantes cantidades de dinero que ha entregado a las arcas públicas durante sus años en Primera.

La Ciudad Deportiva

Sin ayudas públicas ha construido también el Eibar la Ciudad Deportiva, que previsiblemente no estará totalmente concluida hasta final de temporada pero que ya utilizan todos los equipos azulgranas desde este verano. «Un hito», subraya Gorostiza, aunque solo sea porque es la primera vez que el club tiene algo de su propiedad –las instalaciones de Ipurua son municipales–. También por la entidad de la infraestructura. 110.000 metros cuadrados en el alto de Areitio, donde se han construido dos campos de hierba natural y tres de hierba artificial de última generación, un gran edificio para el fútbol femenino y base con gimnasios, vestuarios, despachos, etc, y el que se está construyendo para el primer equipo con prestaciones similares.

«Unas instalaciones de muy última generación», asegura la presidenta. Como el precio, que tampoco concuerda con el de la «primera generación» que aprobó el proyecto hace ya siete años. Fueron 18 millones, que se han disparado a treinta. Un incremento que desde el Consejo de Administración se explica por haberse «modificado sustancialmente el proyecto a mejor», sobre todo tras realizarse la operación con los fondos CVC, añadiendo por ejemplo la construcción de un quinto campo a los cuatro proyectados inicialmente. Además, recalca Gorostiza, «un porcentaje bastante elevado es debido al incremento de los materiales por las inclemencias geopolíticas de los últimos años. En líneas generales, han aumentadu su precio en un 30-40% en los cinco últimos años. Tenemos calculado que cerca del 35% del incremento de la Ciudad Deportiva se debe a esto».

A nivel deportivo, la mejora es exponencial «por todo. Porque todos los equipos trabajan en Areitio y es otra manera de hacer club, porque las instalaciones son de primer nivel y eso permite trabajar mejor...». Y a nivel económico, el Eibar también espera que la inversión ofrezca sus frutos. El principal, que mejore el desarrollo de los futbolistas dentro de la propia cantera, para que lleguen a reforzar a los primeros equipos azulgranas o, en su defecto, para reforzar las cuentas vía traspaso. Pero los dirigentes armeros confían también en explotas las posibilidades de la Ciudad Deportiva de forma «externa». Por ejemplo, con los entrenamientos de las selecciones inferiores de la Federación Vasca, que ya se realizan allí. O con su elección –todavía por confirmar, se encuentra entre las nominadas– como subsede para el Mundial de 2030, que «nos va a dar la posibilidad de abrir puertas para acoger equipos».

Buena salud general

De momento, solo el dinero solo sale del bolsillo. El coste de construcción, el mantenimiento que ronda los 800.000 euros anuales… Más peso para el lado negativo del balance, que preocupa tanto como el desarrollo de la Ciudad Deportiva al Consejo de Administración.

Unamuno y Gorostiza, sin embargo, han querido mostrar tranquilidad, aunque algunos números como los 57 millones de deuda a largo plazo o la reducción del patrimonio en un 33% en cuatro años asusten en un primer vistazo a las cuentas. «El patrimonio se mantiene en un nivel alto (47,78 millones) y eso nos da estabilidad», subraya Unamuno, que también destaca que «hemos bajado de un cash flow negativo, sin extraordinarios, hace cuatro años, de casi siete millones de euros a tres millones y medio, lo que quiere decir que en ingresos y gastos corrientes estamos mejorando continuamente».

De CVC se han recibido ya 62,5 millones –cerca del máximo de 68,3 que le corresponderían al Eibar– y solo se han amortizado cuatro. Pero el club respira tranquilo con un patrimonio cercano a los 50 millones y unos activos financieros superiores a los 62 millones.