Tubacex recortará en todo el grupo 500 puestos de trabajo para reducir los costes laborales en un 20%, con una disminución en este capítulo de unos 25 millones de euros.

La empresa alavesa de tubos, que ha recordado que hace tres meses «ya redujo los salarios de los altos directivos» y que ha aplicado un ERTE a los 600 trabajadores de las plantas alavesas de Laudio y Amurrio, ha explicado en una nota que los recortes se deben a una caída de su mercado del 50% en los últimos años, agravada en los últimos meses por la crisis generada por la pandemia de coronavirus.

La bajada del precio del petróleo, un sector fundamental para los fabricantes de tubos, la alta incertidumbre y la «presión competitiva» son las causas de esta crisis que obliga, según Tubacex, a tomar medidas «urgentes de reorganización industrial y reducción de costes» para mejorar la competitividad.

En el ámbito laboral, la principal medida es la reducción de la plantilla en 500 trabajadores para rebajar el coste de personal un 20% y conseguir un ahorro de unos 25 millones de euros.

«En cada unidad se van a poner en marcha los procesos de diálogo necesarios con la parte social, para afrontar este reto ineludible de reducción de costes que permita a la compañía garantizar su sostenibilidad. Este proceso puede afectar a una parte de la plantilla que se ha estimado en 500 personas del conjunto del Grupo, que confía en el compromiso de todos para salvaguardar la mayor parte del empleo», ha afirmado Tubacex.

La empresa de Laudio ha anunciado que mantendrá la actual estrategia industrial de concentrar la producción de alto valor añadido en las plantas de alto coste del Estado español, Austria e Italia, mientras los productos convencionales se fabricarán en Asia.

Tubacex también seguirá con la política de adquisiciones y con «relevantes» inversiones en países emergentes, que son «imprescindibles» para lograr grandes contratos, así como el crecimiento en mercados de futuro como Asia y América.

Así, en los últimos meses Tubacex ha inaugurado una planta en Oklahoma (EEUU) y ha integrado tres nuevas plantas en Arabia Saudí, Dubai y Noruega con la compra del grupo noruego NTS.

Este año ha cerrado el primer trimestre del año con unas pérdidas de 1,6 millones por efecto de la pandemia, lo que contrasta con los beneficios de 1,8 millones en el mismo periodo de 2019. Las ventas del primer trimestre del año han ascendido a 153 millones, un 7,1% más, y la deuda financiera neta se ha situado en 299 millones, 45 millones más que un año antes.

La Junta celebrada en junio decidió no repartir el dividendo, que era de unos seis millones, y dedicarlo a la compra de acciones para autocartera.

Tubacex, que cotiza en Bolsa, dispone de plantas de producción en Euskal Herria, el Estado español, Austria, Italia, Estados Unidos, India y Tailandia, además de Arabia Saudi, Dubai y Noruega a través de Grupo NTS.

«Una mala noticia»

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras en funciones, Arantxa Tapia, ha considerado que el ajuste de plantilla anunciado este martes por Tubacex es «una mala noticia» que hay que afrontar «siendo muy realistas» con esta empresa y con «otras en dificultades».

En esta línea, ha augurado que «vamos a tener de estas malas noticias más de una y de dos».

LAB no acepta despidos

LAB, su parte, ha señalado que «no va a aceptar ningún despido ni ningún acuerdo que suponga pérdida o rebaja de derechos de la plantilla de Tubacex».

Junto a ello, acusa a Tubacex de «unirse al grupo de empresas que van a aprovechar la situación generada por el covid-19 para llevar adelante sus planes estratégicos a pesar de tener una situación económica lo suficientemente saneada para abordar una bajada de pedidos».