Expertos en el manejo de pacientes con el virus del Sida abogan por «normalizar» la práctica de someterse al test del VIH para evitar los diagnósticos tardíos, que se cifran en más del 50% de los nuevos casos.

Tras destacar que este porcentaje es «preocupante», han recordado que las farmacias y diferentes organizaciones que trabajan en este ámbito realizan los test, que consisten en un pinchazo en el dedo, de forma «gratuita, anónima y confidencial», y una vez que se conoce el resultado se puede actuar en consecuencia.

«Se ha perdido la tensión social para prevenir, se mantienen relaciones sexuales sin protección y vemos continuamente a gente joven que se sigue infectando», ha argumentado el experto en enfermedades infecciosas del Hospital Donostia Miguel Ángel Von Wichmann.

Von Wichmann ha comparecido en una conferencia de prensa junto a otros expertos para presentar el XX Congreso Nacional sobre SIDA e ITS (infecciones de transmisión sexual), que se celebra en Bilbo desde este martes hasta el próximo 6 de octubre organizado por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida).

En dicho acto, el responsable del Plan del SIDA e ITS del Gobierno de Lakua, Antonio Arraiza, ha expresado su preocupación por ese 50% de los diagnósticos tardíos y ha afirmado que la CAV presenta una media de 150 nuevos casos al año, la mayoría varones, aunque en los años de la pandemia las cifras se redujeron a 103 (2020) y 119 (2021). La edad media de estos nuevos casos es de 30 años.

«Está claro que la estrategia que pone el foco en la prevención y el miedo al VIH se ha estancado. Quizás deberíamos cambiar y afrontar con normalidad la práctica de test del VIH para averiguar si lo tenemos y lo podemos transmitir o no», ha destacado la copresidenta del Congreso, Marta Pastor.

Respecto al contenido del Congreso, cuyo lema es ‘Cronicidad y calidad de vida’, los especialistas han remarcado que la infección por VIH se ha convertido prácticamente en una enfermedad crónica y han alertado de que ahora el «reto» del sistema sanitario es afrontar un envejecimiento con VIH, además de las pluripatologías propias de la edad.

Marta Pastor ha apuntado que, además, también quieren poner el foco en el «relevo generacional de los profesionales sanitarios, para que se involucren» y también «combatan el estigma social que aún perdura hacia los infectados».

Miguel Ángel Von Vichmann ha incidido en este asunto y tras recordar que uno de cada tres sanitarios se están jubilando, ha reivindicado la enseñanza reglada de la especialización en enfermedades infecciosas porque «nosotros hemos aprendido con la práctica».-

La directora de la División VIH, ITS, Hepatitis Virales del Ministerio de Sanidad, Julia del Amo, también presente en el acto informativo, ha recordado el compromiso del Gobierno español en poner fin a la epidemia de Sida para 2030.

Para conseguirlo hay que llegar a los objetivos marcados por ONUSida: el 95% de las personas con VIH diagnosticadas, de las que el 95% estén en tratamiento y el mismo porcentaje con carga viral indetectable.

Marco Imbert, presidente de Euskalsida (agrupación de ONGs que trabajan con el VIH en la CAV) ha hecho hincapié en mantener la calidad de vida de los infectados y ha expuesto que «antes se trataba de acompañar a morir y ahora de acompañar a aprender a vivir con el VIH».

«La vejez con VIH tiene patrones diferentes que los de la población en general», ha dicho, y ha añadido que «hay que vivir y sobrevivir con el VIH».