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Los Kukeri siguen fascinando

Quienes los han visto los han descrito como seres impresionantes y fascinantes. Son los Kukeri, protagonistas de los carnavales de varias localidades búlgaras, entre ellas Pernic. Estos días han vuelto a tomar las calles para ahuyentar los malos espíritus.

Un momento del fesfile de los Kukeri.
Un momento del fesfile de los Kukeri. (N. DOYCHINOV | AFP)

En la localidad búlgara de Pernic, a 20 kilómetros de Sofía, han vuelto a tomar las calles los Kukeri, con sus cuernos, sus impresionantes máscaras de madera, algunas con mandíbulas que se abren y cierran, y trajes muy elaborados cubiertos con cuentas de colores, cintas y borlas de lana.

Uno de ellos, el personaje principal, se balancea y representa el trigo cargado de granos, la prosperidad y fertilidad, mientras que otros llevan atadas en la cintura enormes campanas de metal con el fin de ahuyentar a los espíritus malvados y las enfermedades. Una vez más, frente a frente el bien y el mal, la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, fecundidad y buena suerte.

Aunque año tras año van siendo más conocidos, no son tan famosos como los de Venecia, los de Barranquilla o los de Río de Janeiro, pero hay quien defiende que son los más antiguos que se conocen en el mundo, aunque nadie se atreve a detallar posibles fechas de una tradición que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Eso sí, quienes han tenido la oportunidad de disfrutar de la fiesta en directo aseguran que son fascinantes.

La tradición se ha mantenido en su esencia, en su filosofía, pero el perfil de los participantes sí que ha ido sufriendo algunos cambios con el paso de los años. Antes, por ejemplo, quienes se disfrazaban eran siempre jóvenes solteros o recién casados, pero, eso sí, siempre hombres. Actualmente, sin embargo, la tradición se ha adaptado a los tiempos. Nadie está vetado.