Joseba VIVANCO
Iraizoz realiza dos paradas por encuentro, frente a las cuatro de la temporada anterior

Les chutan menos que antes

La media de remates por partido que reciben entre los tres palos es más baja que la de las últimas cuatro temporadas.

Frente al todopoderoso Barcelona, los rojiblancos de Ernesto Valverde tan solo recibieron dos disparos entre los tres palos, la cifra más baja de los culés en lo que va de temporada. Uno de esos chuts lo sacó casi a mano cambiada un Gorka Iraizoz que se ha convertido en el último y fiable baluarte del sistema defensivo de Txingurri, que ha mejorado prestaciones y lleva camino de presentar el mejor bagaje de las últimas temporadas. De momento, el dato más elocuente es que el guardameta navarro lleva una media de dos paradas por encuentro, cuando el año pasado se vio obligado a realizar 4,5 por partido, siendo el arquero que encabezó la tabla de intervenciones al finalizar la pasada campaña.

Ante el Barça de Neymar solo dos chuts a portería, ante el Málaga los leones concedieron un único remate entre los tres palos, frente al Levante, tres. Los rojiblancos han recobrado esa solidez defensiva necesaria y pilar fundamental de la filosofía de Valverde. En los dos partidos anteriores, el Elche le llegó a chutar hasta media docena de veces a puerta y el Atlético lo hizo hasta en nueve ocasiones. Por fortuna para el equipo bilbaino, no solo la línea defensiva sino también el resto de jugadores que ayuda a mantener lejos la pelota de su área o evitar en lo posible que el contrario enfile puerta, han conseguido enderezar la situación y mostrar una solidez otrora cuestionada.

Es cierto que en choques de máxima exigencia como lo fueron ante el Madrid o el Atlético el grupo dio muestras de endeblez defensiva, de que el castillo de naipes se les vino abajo demasiado pronto. En este aspecto, los próximos partidos ante el Sevilla -el cuarto mayor rematador y máximo goleador en lo que va de curso- o el derbi ante la Real Sociedad de Griezmann, Vela y compañía seguro que pondrán a prueba esa evidente solidez ganada por el Athletic a la hora de defender.

Ni siquiera «goles tontos»

De momento, los números le avalan. En estos primeros 15 encuentros ligueros ha recibido una media de 4,1 remates a portería por partido, cuando con Marcelo Bielsa el curso pasado esa media fue de 6,1, el anterior año de 5,3 y en el último de Joaquín Caparrós en el banquillo se situó en 5,1 disparos. Txingurri dejó claro que su apuesta inicial era apuntalar el equipo atrás y en ningún momento quiere que el equipo pierda el sitio, salvo cuando hay que tocar arrebato. Modificó la defensa al hombre de la que se venía y ahora se trabaja en zona, con el equipo al completo moviéndose hacia donde se desarrolla el juego.

Es evidente también que la labor de los dos pivotes en la medular debe imperiosamente notarse con respecto a jugar con solo uno como las dos últimas campañas, pero es que este curso hasta se nota que los tantos que se encajan no son de esos llamados `goles tontos' que sacaban de quicio a los aficionados no hace mucho.

El hecho de que Valverde haya dado con una estabilidad en el eje de la zaga, con Gurpegi y Laporte haciendo acopio de apariciones en los onces iniciales, seguro que también ha ayudado lo suyo. Por ejemplo, la última campaña Marcelo Bielsa -tras irse al traste el tándem Javi Martínez-Amorebieta- llegó a utilizar hasta siete parejas distintas.

Las buenas prestaciones defensivas tampoco se sustentan en un juego subterráneo peleado con el reglamento, dado que el Athletic es el decimosexto que más faltas realiza -el primer rojiblanco en la lista de más faltones es Aduriz- e idéntico puesto en cuanto a tarjetas amarillas -su único hombre en capilla por cartulinas es San José-. Solidez defensiva, clave para sumar 9 victorias, 2 empates y 4 derrotas: el mejor Athletic en la 15ª jornada desde el equipo campeón de la temporada 82-83.