No son pocos los responsables de que Osasuna se encuentre en la actual situación e incluso es probable que algunos de los principales ni siquiera formen parte del club a día de hoy. Por eso mismo también es plural la obligación de pelear por la supervivencia en este apuradísimo final de Liga. Pero cuando el balón eche a rodar, será un puñado de futbolistas el que monopolice casi por completo toda esa responsabilidad.

Así lo asume Nino, que recuerda que «los primeros que queremos sacarlo adelante somos los jugadores. Hay muchas cosas en juego, para nosotros a nivel individual y colectivamente a nivel de club, de afición, de ciudad... La responsabilidad es de todos pero los que salgan el domingo tienen más que todos, así que hay que dar el máximo». Con la ayuda de la afición, huelga decirlo, que no es poco. Y el delantero, de hecho, asegura que «la gente es lo más grande que tenemos. Y sabemos que van a dar el máximo, que hay que intentar sacarlo entre todos y que tener el Sadar lleno y empujando es importantísimo para nosotros», pero insiste en que «los que tienen que meter goles y dar el sí o sí en estos dos partidos somos los jugadores».

Y no es fácil sobrellevar esa presión. «Somos personas antes que futbolistas», recuerda Nino. Y por eso, una de las principales consignas para estas dos finales es mantener la cabeza fría. «Hay mucha responsabilidad, muchas cosas en juego –insiste–..., y somos personas, tenemos nuestras sensaciones... Eso puede limitarte. Hay que saber jugar este partido con la cabeza, aparcar las sensaciones negativas, saber que puede ser un partido largo que puede tener momentos complicados...». De la misma forma que a Enrique Martín Monreal le está tocando, desde su llegada al banquillo, incidir tanto o más en cuestiones psicológicas que estrictamente futbolísticas. «El tema físico o táctico a estas alturas poco lo vamos a mejorar ya. Hay que aprovechar lo que ya se tiene trabajado y mejorar las sensaciones de cabeza, reforzar la cabeza».

Imprescindible tras un año que, para Nino, posiblemente ha sido el peor de su carrera. «No he vivido nunca algo como esto», asume el futbolista, recordando que Osasuna ha vivido de sobresalto en sobresalto a todos los niveles. «Pero quedan diez días y todo esto hay que dejarlo al margen. Ahora solo tenemos que pensar en dar el todo por el todo por la gente que tenemos alrededor», sentencia.

Y confía en poder hacerlo. Reconoce que «nos tiene que acompañar la suerte que no hemos tenido en todo el año», sobre todo en lo que respecta a los marcadores de otros equipos, pero espera que al menos Osasuna pueda cumplir su parte y «ganar los dos partidos. Luego ya veremos, pero tenemos que centrarnos en ganar, esperar y volver a ganar».

Sin contactos para la renovación

Alberto López admitió ayer que no ha mantenido contacto con el Alavés para tratar la posible renovación de su contrato, que expira el 30 de junio.

«No hemos hablado», zanjó el técnico, al ser cuestionado al respecto, para precisar que son decisiones que corresponde adoptar a otras personas del club, aunque reconoció que le haría ilusión continuar en el banquillo albiazul.

Tras haber ejercido de segundo de Natxo González y Juan Carlos Mandiá, Alberto se hizo cargo del equipo en marzo del pasado año. Tras conducirlo hasta la salvación, renovó por una temporada.

En lo que respecta a ese partido, último de la temporada en Gasteiz, Alberto confía en «acabar de la mejor manera posible. Queremos dar una buena imagen». El técnico no podrá contar con Jarosik, sancionado, los lesionados Raúl García, Toti y Ion Vélez, y tiene las dudas de Tejera y Manu Barreiro, que se han perdido los dos últimos entrenamientos.GARA