El muelle de cruceros de Getxo va a ser a lo largo del fin de semana escenario de varios actos de exaltación militarista, coincidiendo con la visita de la fragata Blas de Lezo, una embarcación de guerra a la que el Real Club Marítimo del Abra y Real Sporting Club le va a entregar hoy en un acto solemne en el que participa el ministro español de Defensa, Pedro Morenés, una bandera de combate.

La llegada del buque a Arriluze ha motivado la protesta de los grupos municipales de GUK y EH Bildu, que lamentan la «complacencia» del Consistorio que preside el jeltzale Imanol Landa con estas iniciativas. La coalición soberanista dejó bien claro que la Armada española «no es bienvenida en Getxo», por lo que saludó la protesta que convocó la plataforma Algortatik Hanka, que reivindica la salida de las fuerzas represivas de la localidad vizcaina.

A las 11.30, medio centenar de personas partieron desde Ereaga hasta Arriluze tras una pancarta con el lema ‘‘Ez zarete ongi etorriak, alde hemendik! ¡Que se vayan!’’. Entre consignas de «alde hemendik, utzi bakean» y coreando la popular canción ‘‘Qué se vayan’’, los manifestantes llegaron hasta el área portuaria, custodiada por efectivos de la Brigada Móvil de la Ertzaintza, Guardia Civil, Policía española y militares. En el agua, varios buzos se sumergían en el área donde iba a fondear la fragata para reconocerla.

En torno al mediodía, se divisó en el horizonte la entrada del buque de guerra en El Abra, rodeada de los prácticos y varias embarcaciones de la Guardia Civil, y vigilado desde el aire por un helicóptero del instituto armado a baja altura. El cortejo lo completaban unas pocas embarcaciones de recreo, una de ellas con una bandera española de grandes dimensiones.

«Gudaris de mierda»

Desde tierra, la Blas de Lezo fue recibida entre pitidos y gritos de «alde hemendik, utzi bakean» y «asesinos». Entre quienes observaban la maniobra en el morro de Arriluze era muy perceptible la presencia de policías y militares de paisano, algunos de los cuales apoyaron a un hombre de avanzada edad que comenzó a insultar a los manifestantes al grito de «gudaris de mierda» y «rojos de mierda», al tiempo de daba vivas a España. Antes, curiosamente, quien no paraba de arremeter contra la protesta, pidió «un poco de respeto a la Armada» mientras se declaraba «muy vasco y español».

Los concentrados evitaron las provocaciones y siguieron con su protesta en una zona aledaña a los muelles portuarios, vigilados de cerca por la Ertzaintza. En la zona restringida, militares ultimaban el montaje de las dos tribunas desde donde hoy tendrá lugar la parada militar presidida por el ministro Morenés mientras los mandos recibían a la tripulación del Blas de Lezo. Hoy y mañana, de 16.00 a 20.00 y de 17.30 a 19.30, habrá visitas al buque de guerra español.