La Fiscalía colombiana prevé remover en los próximos cinco meses miles de metros cúbicos de desechos y cavar hasta ocho metros de profundidad en La Escombrera, un vertedero ubicado en la Comuna 13 de Medellín, duramente azotada por el conflicto armado y, en especial, por el accionar de los grupos paramilitares. La excavación de escombros fue ordenada por un fallo judicial tras confesiones de paramilitares, entre ellos Diego Murillo, alias «don Berna», extraditado a EEUU en 2008.

La remoción inicial de unos 24.000 metros cúbicos se llevará a cabo en un área de unos 3.700 metros cuadrados. Luego está previsto escarbar en otros dos puntos, donde se triplicará el volumen de material extraído. Será como «pasar una montaña de un lugar a otro», remarcó Jorge Iván Mejía, consejero de Reconciliación y Paz de la Alcaldía de Medellín, sobre los 104.000 metros cúbicos que se espera tener que retirar.

«Todos sabemos, incluidas las víctimas, que no hay certeza de encontrar restos; aun así, el esfuerzo se hará. Vamos a profundizar hasta encontrar tierra firme, pero es como buscar una aguja en un pajar», reconoció.

Este proceso, señaló, «se hará manualmente (con pico y pala), hasta con brocha, pues tiene las características de una exploración arqueológica», explicó.

Estimó que en La Escombrera podría haber entre 80 y 90 personas enterradas, aunque familiares sostienen que podrían ser más de un centenar las víctimas allí enterradas en las semanas posteriores a la llamada «Operación Orión», llevada a cabo en la Comuna 13 entre el 16 y 19 de octubre de 2002 por orden del entonces presidente Álvaro Uribe para, presuntamente, neutralizar la influencia de las guerrillas en la zona. Al menos 11 personas fallecieron y más de 450 fueron detenidas acusadas de pertenencia o «auxilio» a la guerrilla. A partir de ese momento, el grupo paramilitar Bloque Cacique Nutibara, que operaba bajo las órdenes de «don Berna», tomó el control de la zona.

«La orden fue hacer desaparecer a cualquier persona que tuviera relación con la guerrilla», remarcó la abogada de Corporación Jurídica Libertad, Adriana Arboleda.

«Una gota de esperanza» para los familiares

La portavoz de los familiares de los desaparecidos, Luz Elena Galeano, quien busca a su marido, destacó que el inicio de las excavaciones tras años de lucha es «una gota de esperanza en un mar de impunidad». Hombres armados obligaron a su marido a subir a un autobús en Medellín y, desde entonces, no ha vuelto a tener noticias de él, aunque no duda que fue enterrado en La Escombrera.

«Lo cierto es que está enterrado allí. No hemos recibido ninguna ayuda del Estado hasta ahora. Hemos estado luchando para lograr justicia y conocer la verdad», confesó.

El director nacional de justicia transicional de la Fiscalía, Carlos Andrés Villamil Gil, advirtió de los problemas que conllevan las exhumaciones. «Son cuerpos en ocasiones que llevan más de 10 o 12 años enterrados, que han sido dejados allá con ocasión del conflicto, los terrenos cambian, el clima no es fácil y fuera de eso en muchos casos hacer esas tareas en medio del conflicto es difícil, sin embargo es importante para las víctimas».GARA