Imanol INTZIARTE
MUNDIAL DE RUGBY

Chispazo verde, avalancha negra

Sudáfrica se mete en semifinales sufriendo ante una rocosa Gales (23-19), Nueva Zelanda arrolla a una impotente Francia (62-13).

Sudáfrica y Nueva Zelanda se enfrentarán la próxima semana en la primera semifinal del Mundial de rugby tras haber apeado de la carrera a Gales y Francia, respectivamente.

Tal y como se preveía, sudafricanos y galeses disputaron un choque intenso, duro, sin prisioneros. No hubo magia, porque ni unos ni otros destacan por su creatividad, pero no cabe duda de que pusieron todo lo que tienen sobre el verde de un Twickenham con cerca de 80.000 espectadores.

Comenzó con descaro Gales, queriendo jugar en campo rival y consiguiéndolo durante muchas fases. Su premio llegó en una patada alta de Biggar capturada por él mismo –Le Roux calculó muy mal y se quedó con el molde– para doblar hacia Gareth Davies, quien posó su quinto ensayo del torneo.

Sudáfrica, por su parte, sacaba petróleo de las faltas cometidas por los dragones cada vez que el oval andaba por el suelo. El pie de Pollard las transformó en puntos y permitió a los Springboks irse al descanso con una desventaja mínima (12-13).

Gales no pudo aguantar el alto ritmo y en la segunda mitad se vio obligada a recular. Fue una exhibición defensiva de su segunda y sobre todo su tercera línea, con 21 placajes de Lidiate y 17 de Faletau y Warburton.

El crono corría y Sudáfrica no encontraba una brecha para dinamitar un entramado que ya no regalaba golpes de castigo con tanta facilidad.

Restaban cinco minutos y se mantenía la renta (18-19). Melé sudafricana a cinco metros, Vermeulen levantó el balón desde la posición de 8 y atrajo a dos defensas para descargar sobre Du Preez, quien libre de marca corrió hasta el banderín para lanzarse en plancha (23-19). Sudáfrica retorna a unas semifinales de las que se vio apeada por Australia hace cuatro años.

Hattrick de Savea

Nueva Zelanda tardó diez minutos en marcar distancias con Francia. Retallick taponó una patada de Michalak, capturó el balón y se fue directo a la marca (10-3). Para mayor desgracia, el apertura galo se lesionó al chutar y cedió su puesto a Tales. El bailarín Milner-Skudder le rompió la cintura a su par antes de posar el segundo, Savea hizo el tercero tras magnífica asistencia de Carter y repitió llevándose por delante a Nakaitaci y Spedding como si fueran cadetes. Entre medias, Picamoles había salvado la honrilla gala para llegar al descanso 29-13.

Ya en la segunda parte, el jugador del Toulouse dio muestra de su carácter pendenciero y vio la amarilla por dar un puñatazo a un rival. Keino hizo el quinto en superioridad, Savea se apuntó un hattrick –ya lleva ocho ensayos en el torneo–, Reid marcó el séptimo, Kerr-Barlow el octavo y el noveno… paliza en toda regla para la despedida de Saint-André (62-13).