El Mundial de motociclismo de 2015 será recordado en los libros de historia deportiva como el de la polémica. También como el del tercer título de MotoGP para Jorge Lorenzo, remontando a Valentino Rossi en la última carrera, pero no faltará la coletilla del recuerdo a la controvertida actuación de Marc Márquez en los dos últimos Grandes Premios de la temporada.

Nada que objetar a Lorenzo, que hizo buena su pole del sábado cogiendo la cabeza de la carrera desde el primer momento y firmando su séptima victoria de la temporada. Tampoco a Rossi, que tras salir el último fue remontando posiciones a velocidad de vértigo hasta colocarse cuarto en la 13ª vuelta de las 30 a completar –los tres primeros no estuvieron a su alcance en ningún momento–. Incluso Pedrosa se quedó fuera de las perspicacias, descolgándose de la cabeza al principio pero acercándose peligrosamente luego.

La duda reside en la actuación de Marc Márquez, piloto que se las tuvo tiesas dos semanas antes con Rossi por la tercera plaza –hasta acabar en el suelo–, pero ayer dio la sensación por momentos de no echar el resto por una victoria en Cheste, un circuito especial para todos los pilotos del Estado español.

«Desde Phillip Island sucede algo extraño. El comportamiento de Márquez ha sido embarazoso. He tenido que combatir con dos pilotos. Pero todos hoy han podido ver cuál era su plan», denunció Rossi la actitud de Márquez. Para el de Cervera, en cambio, «que me digan que no has querido ganar y has salido a ayudar es un insulto, porque siempre salgo a ganar».