Maitane ALDANONDO
Erandio

UNA IDEA DE NEGOCIO EN EL MUNDO DEL SURF SURGIDA DEL ESTUDIO DE OTRAS APLICACIONES

Aquila Boards es una empresa que desarrolla y comercializa tablas de surf motorizadas. Nació hace dos años en el seno de Bizintek mientras trabajaban en el campo del vehículo eléctrico. Sus responsables creen que puede contribuir a generar un nuevo deporte.

Aquila Boards es una sociedad limitada dedicada al diseño mecánico de tablas de surf motorizadas y a sus sistemas de propulsión. La empresa bizkaitarra Bizintek impulsó el proyecto de manera interna hasta que a finales de 2014 constituyó la nueva iniciativa. La idea de negocio surgió mientras estudiaban el manejo de baterías y el control de motores aplicados al vehículo eléctrico. Para las pruebas buscaron una aplicación entretenida y se les ocurrió montarlo en una tabla e intentar llevarlo a velocidad. Al principio no pensaban que pudiera ser viable y para ver si había mercado colgaron un vídeo en Internet. «La reacción fue espectacular», recuerda el director ejecutivo de Aquila, Iñigo Sobradillo. Decidieron lanzarse y descubrieron que ya existían iniciativas similares con motores de gasolina o eléctricos. No obstante, el responsable cree que se dirigen a sectores distintos. «Son muy caras, están orientadas al producto de lujo y exclusivo. Vender pocas unidades, pero con márgenes amplios. Nosotros vamos a otro sector: queremos vender un montón de unidades, ahí bajamos muchísimo los márgenes de producción, y generar un mercado más amplio».

Aquila tiene una plantilla de siete trabajadores y comercializa sus tablas bajo la marca Onean. Cuentan con apoyo institucional del Gobierno de Lakua y la Diputación Foral de Bizkaia, que les han concedida ayudas. En el desarrollo del producto llevan invertido más de medio millón de euros y Sobradillo reconoce que «es un poco duro porque tienes que ir a pulso. Es una inversión continua de dinero y de recursos de Bizintek». De todos modos, del proceso que vienen realizando el director destaca el trabajo de su equipo. «O te apoyas en un buen equipo o es imposible llevar a cabo un propósito así. Es importante tener un grupo de gente motivada y que trabaje para el éxito del proyecto».

La empresa quiere contribuir a crear un nuevo deporte, por lo que su equipo es más asequible que el de la competencia, rondando los 3.500 euros. Además, no es necesario tener conocimientos previos de mecánica o de deportes acuáticos. Su director cree que «lo que puede enganchar a la gente es que el aprendizaje progresivo es más fácil y tienes el control de todo. Consigues velocidad en seguida y vas regulándola dependiendo de lo cómodo que te sientes sobre la tabla». Han diseñado tres modelos, pero de momento comercializan solo dos: Carver y Manta. La primera es una tabla de eslalon rápida y cada cartucho de batería dura 20 minutos. Por su parte, la Manta es el concepto de una tabla paddle-surf, con motor de menor potencia y una autonomía de 2-3 horas. Tienen ideas para nuevos productos, pero de momento no tienen la capacidad de desarrollarlos paralelamente.

Sus clientes potenciales son los particulares y las empresas de alquiler, pero de momento están centrados en los segundos. «La gente no se gasta ese dinero sin haberlo probado antes», reconoce Sobradillo, aunque matiza que hay quien lo ha hecho. Todavía no están en fase de producción y al no poder tener stock, venden bajo pedido. Llevan vendidas 150 unidades y han facturado cerca de 300.000 euros. Recientemente han abierto una segunda campaña de reserva y con el nuevo año empezarán las entregas. Las distribuyen de manera directa, aunque ya están negociando con algunas empresas para que trabajen el mercado localmente. Se orientan a Europa, pero han recibido encargos de otras partes del mundo. A eso ha contribuido que el nuevo vídeo sobre sus tablas haya sido viral, apareciendo en revistas de todo el mundo o en medios como la BBC.

la importancia del entorno para el desarrollo del producto

La cultura del surf y la cercanía del mar son dos factores importantes para la empresa bizkaitarra Aquila Boards. Asimismo, tal y como sostiene su director ejecutivo, Iñigo Sobradillo, la industria del entorno también les ayuda. «Es un producto bastante tecnológico y el tener posibles colaboradores o proveedores cerca agiliza mucho el desarrollo». Aquila se encarga del ensamblaje final y del control de calidad del producto, pero todo lo posible se hace aquí. Tanto la electrónica como muchos de los proveedores son locales. «Algunas partes se hacen en China o en Europa porque no había opciones de hacerlas aquí», explica el director. M.A.