Imanol CARRILLO
DONOSTIA

Marcha de los trabajadores de Oasa hasta Adegi en lucha por el empleo

Los trabajadores de Oasa, en concurso de acreedores, realizaron una marcha hasta la sede de Adegi, a la que está adscrita la empresa, para denunciar que los dueños quieren deslocalizar la planta a Extremadura y que hay impagos de salarios de hasta seis mensualidades.

A las diez de la mañana, los trabajadores de Oasa Transformadores XXI partían a pie desde la planta situada en el barrio donostiarra de Rekalde al grito de “No son empresarios, son mercenarios”, hasta llegar una hora después a la sede de Adegi en Miramon. La plantilla, formada actualmente por 42 empleados, denunció ante la patronal guipuzcoana, a la cual está adscrita la empresa propietaria de la familia bilbaina Arteta-Ocerín, que los dueños «son unos ladrones y se quedan con el dinero de los trabajadores».

Los empleados de Oasa, empresa histórica con 60 años de vida y en concurso de acreedores, exigieron a Adegi que denuncie a estos empresarios por su «indecencia e inmoralidad» tras el anuncio del «grupo Tra» –también cuenta con una planta en Derio– de «liquidar la empresa» y deslocalizar su producción a Extremadura cuando los trabajadores insisten que «la dirección sigue rechazando pedidos» y que la empresa «es viable».

Desde el comité también denunciaron que la mitad de la plantilla acumula una deuda salarial de hasta seis mensualidades y que «nadie da una solución a sus problemas».

Algunos de los trabajadores, familiares de exempleados que han trabajado durante más de 30 años en Oasa, explicaron que un grupo de operarios tomó el mando de la fábrica en 1994 después de que esta cerrara. «Funcionó muy bien y obtuvo grandes beneficios», señalaron.

Posteriormente fue vendida al actual propietario, que ha llevado a cabo «una mala gestión», llegando a «no cumplir» acuerdos de cobro con los trabajadores y «comprando material con nuestro dinero» para llevarlo a la fábrica de Extremadura, que acumula «una gran deuda».

Reunión en el Ayuntamiento

Además, se sienten «abandonados», ya que llevan meses «sin ningún tipo de mantenimiento» en la fábrica, lo que ha provocado que los trabajadores incluso se hayan visto obligados a hacer una recolecta para comprar los productos más básicos.

Por todo ello, pidieron la implicación de las instituciones, por lo que el comité de Oasa se volvió a reunir por la tarde con todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Donostia para analizar su apoyo a la Declaración Institucional que se llevará a pleno. Mientras, los trabajadores seguirán «luchando por nuestros puestos y derechos».