M.I.
EL MUNDO ABANDONADO

Giro melodramático al «doppelgänger»

Es posible que la buena racha autoral que llevaba la cineasta alemana Margarethe Von Trotta se haya cortado con “El mundo abandonado”, o al menos este título no ha tenido una recepción crítica tan favorable como los anteriores “Visión: La historia de Hildegard Von Bingen” (2009) y “Hannah Arendt” (2012). La razón tal vez haya que buscarla en el hecho de que los dos trabajos mencionados se basaban en sólidas biografías históricas de mujeres importantes y transcendentes culturalmente, mientras que para su nueva realización ha creado una mujer de ficción a partir de recuerdos autobiográficos.

Todo proviene de que treinta años atrás Margarethe Von Trotta descubrió que tenía una hermana a la que no conocía. Ese sorprendente hallazgo en la vida real le ha llevado a desarrollar dicha posibilidad, forzando aún más si cabe el azaroso destino de las personas marcado por casualidades y coincidencias, que a menudo resultan casi increíbles. De ahí que el desarrollo narrativo se decante por el folletín melodramático de ambiente familiar, con todo lo que eso conlleva de secretos, infidelidades y demás líos ocultos que van saliendo a la luz.

La investigación se inicia cuando un padre encarga a su hija que viaje a Nueva York para encontrarse con una diva de la ópera cuyo parecido con la difunta madre es asombroso. De esta forma se introduce el mito tan alemán del “doppelgänger”, y quien asume tal doble papel es la actriz Barbara Sukowa. Pero la trama se inclina hacia el origen biológico del parecido, intentado aclarar el verdadero parentesco existente a ambos lados del océano.