Osasuna recibe a un rival muy peligroso –el Oviedo solo ha perdido un encuentro en las ocho últimas jornadas que ha disputado–, al que adelantaría en la clasificación caso de ganarle, algo que no ocurre en El Sadar desde hace dos meses. Eso si se juega el partido, pues las previsiones meteorológicas avisan de que hoy Iruñea va a amanecer con un manto blanco por las primeras nieves invernales que caerán sobre la capital navarra.

Los de Enrique Martín no se pueden fiar ni de la mala estadística de los asturianos cada vez que han visitado Iru- ñea –llevan más de medio siglo sin vencer aquí–, ni de las importantes bajas que sufre la escuadra carbayona, que tendrá que manejarse con un centro del campo casi inédito.

Menos complicado lo tiene el técnico de Campanas, que puede alinear el once que ganó en Huesca, con la novedad del regreso de David García al eje de la zaga tras cumplir su partido de sanción. Pendiente de si se puede inscribir a última hora a Manolo –el transfer de Urko Vera no llegó–, Martín citó a todos sus futbolistas disponibles –22–, donde no están ni el lesionado Pucko, ni Otegi, que jugará en el Promesas.

Marejada en la directiva

El partido llega en un momento en el que la división en la directiva rojilla es la última comidilla de un club que últimamente no tiene respiro en cuanto a polémicas. Los despidos de Piotrek Urban –hijo del extécnico–, Javier López Vallejo y Javi Lerga, todos ellos inmersos en el organigrama de Tajonar, no ha hecho sino acrecentar las diferencias que existen entre el presidente, Luis Sabalza, y la vicepresidenta, Eva Blanco. Esta última concurre junto a Rafa del Amo en una de las candidaturas a la presidencia de la Federación Navarra de Fútbol, mientras que el máximo mandatario rojillo ya se ha posicionado del lado de Luis Virto, antiguo coordinador de Tajonar, y ahora el otro candidato.

Ajena a estas divisiones internas, la Federación de Peñas Osasunistas venderá hoy botellas de aceite al precio de siete euros para ayudar a los refugiados sirios.