A Mikel Urmeneta cuesta verle sin una sonrisa en la boca, pero también es una persona temperamental. Y bastante alto y grandullón además. Cuando el nuevo accionista mayoritario de Kukuxumusu, Ricardo Bermejo, le destituyó como director creativo se confió demasiado en ese buen talante. Su cese no debía de hacerse efectivo hasta el 31 de diciembre y todo se llevó con bastante discreción al principio. Pero todo estalló en noviembre, cuando Urmeneta arrancó el ordenador del nuevo propietario y lo estampó contra el suelo. Y ahora, la bronca ha ido a mayores. Urmeneta ha roto con la marca y ha sacado la suya propia, Katuki Saguyaki, lo que augura a partir de ahora una guerra por los derechos de autor.

Tras un primer dime y direte de acusaciones, Urmeneta leyó ayer el burofax que le envió Bermejo en el que le comunicaba su destitución inmediata. Es cierto que el dibujante aún posee un tercio de las acciones de Kukuxumusu, pero parece que poco le importa. «Ya se verá qué hago con ellas, aunque creo que hoy por hoy, poco valor tienen», aseguró ante los medios de comunicación.

Urmeneta no está solo, sino que se ha rodeado de los dibujantes que, en 1989, llevaron al éxito la marca de camisetas. Ayer le acompañaron su hermano Asisko, MKO, Txema Sanz y Belatz. Ellos son los creadores del peculiar estilo de Kukuxumusu. Todos estos autores han cortado con Bermejo y, según anunciaron, «Kukuxumusu se queda sin autorización para recrear nuestros personajes, iconografía y estilos, pudiendo usar exclusivamente los dibujos ya adquiridos en el pasado sin causar daño moral a sus autores y los que, en un marco de sana competencia, pueda crear a partir de ahora, distintos y desvinculados de nuestro universo artístico y creativo».

Es decir, Urmeneta y su equipo se van y se llevan su mundo en la mochila. Según explicaban ayer, su estilo de dibujo es personal. «Nosotros seguimos pudiendo hacer lo que hacíamos, a nadie se le puede decir que no pinte tal y como pinta. Lo que no está claro es que ellos puedan seguir haciendo lo que hacen», aseguraba el exdirector creativo de Kukuxumusu.

Y es que la nueva marca nace con sones de guerra. Su logo son dos ratones zampándose la cabeza de un gato. Urmeneta traduce Katuki Saguyaki como “Carne de gato, manjar de ratones”. Aunque ayer dijeron que la interpretación es libre, es toda una declaración de intenciones.

Ricardo Bermejo es un publicista amigo personal del exdirector de CAN, Enrique Goñi. La empresa de Bermejo creció a base de quedarse con millonarios contratos publicitarios que le conseguía su amigo, pese a varios escándalos por plagio.

Con el derrumbe de CAN, Bermejo perdió a su mejor y casi único cliente. Además, su credibilidad y prestigio quedaron muy tocados por el escándalo de la caja. Así que, en febrero de 2014 intentó mejorar su imagen comprando Kukuxumusu, en un momento en el que la marca pasaba por dificultades económicas importantes.

Maltrato al euskara

«La crisis, que no pudimos gestionar, nos puso al borde del precipicio», explicaba ayer Urmeneta. «Ante la necesidad de musculatura financiera y de gestión para frenar más despidos y garantizar la supervivencia, llegamos a un acuerdo con el diseñador de periódicos y expublicista multiglobal y único de la CAN, Ricardo Bermejo», repasó Urmeneta. Pero la cosa no funcionó por muchos motivos. «El cambio de la tipografía y logotipo, la manipulación de los dibujos, el maltrato al euskara y al origen de la marca» fueron los principales.

Kukuxumusu ahora tiene un futuro complicado, aunque ayer se daba por hecho que habrá una batalla judicial para decidir hasta qué punto podrá seguir manteniendo la estética creada por unos dibujantes que ya no están. Urmeneta calculaba al menos un año hasta que se aclare la situación.

Katuki Saguyaki va de frente. La primera de las camisetas, cuyo dibujo firma Txema Sanz, tiene temática sanferminera, y busca competir en el tradicional nicho de mercado de Kukuxumusu. Se trata de un homenaje a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos con la estética que a día de hoy se identifica con la marca de Bermejo.

A tal punto llega el enfrentamiento, que ni siquiera está claro quién se quedará con los derechos del emblemático toro azul. En principio, todos los dibujos ya creados son de Bermejo, pero no se sabe hasta qué punto podrá seguir utilizando ese personaje para nuevos diseños publicitarios.

Por la tarde, Bermejo envió una nota a los medios en la que responsabilizaba a Urmeneta de haberse desvinculado de Kukuxumusu por voluntad propia.