GARA
KAMPALA

Uganda toca con los dedos la opción de echar a Museveni en las urnas

Las elecciones presidenciales de Uganda de hoy se presentan como las más reñidas de su historia, con el principal candidato opositor, Kizza Besigye, como seria amenaza a la hegemonía del actual presidente, Yoweri Museveni, que lleva tres décadas en el poder.

A sus 71 años, Museveni concurre por cuarta vez a la reelección después de ganar todos los comicios celebrados desde 1996, diez años después del fin de la guerra civil (1980-1986) tras la que se autoproclamó presidente.

Su popularidad está en niveles mínimos y su estrategia para mantenerse en el poder pasa por realzar los logros de su Gobierno –su lema es “Progreso constante”– e intentar movilizar a los jóvenes, que ven en un cambio de presidente una oportunidad para revitalizar la economía.

Un debate televisado

Dos hechos refuerzan la sensación de que podría abrirse un nuevo ciclo político en Uganda. En primer lugar, las encuestas dan a Museveni como vencedor con un 53% de los votos –en 2011 logró un 68%–, por lo que se ha visto forzado a participar en un debate televisado, algo que siempre calificó de «cosa de niños». El segundo indicio es que Besigye fue arrestado el martes cuando intentaba entrar en Kampala con sus seguidores en una demostración de fuerza que la Policía dispersó porque no había sido autorizada por el Gobierno.

El pasado lunes, los enfrentamientos entre la Policía y un grupo de partidarios de Besigye acabaron con un muerto, diecinueve heridos y varias detenciones. Según ha explicado la Policía, los partidarios de Besigye se habían «vuelto locos» y saquearon y dañaron varias propiedades.