Con los únicos votos a favor de EH Bildu, Udalberri y Goazen Bilbao, Etxerat no logró ayer que el Pleno de Bilbo aprobase una proposición en la que se instaba a solicitar «la desactivación de la política de dispersión y de alejamiento», así como comprometerse a seguir la situación de los 41 presas y presos bilbainos. PNV y PSE presentaron sendas enmiendas de modificación –la jeltzale la misma que salió adelante en las Juntas Generales de Bizkaia– que también decayeron. Desde la asociación de familiares incidieron en que su proposición no es política, sino un asunto de derechos, nada que ver con la transferencia de competencias y autocrítica demandada por PNV o PSE.

Cuando se debatía la iniciativa en el Consistorio, la ganbara de La Bolsa se llenó para seguir la charla sobre cómo afecta la dispersión a los menores.

Mientras eso sucedía en Bilbo, Etxerat informó de que Instituciones Penitenciarias ha denegado el permiso extraordinario solicitado por Ana Belén Egues, encarcelada en Córdoba, para ser trasladada temporalmente a cárceles vascas. La petición se produjo después del repentino fallecimiento de su madre y cuando ha transcurrido una década sin ver a su padre, de avanzada edad e incapacitado para recorrer los 1.620 kilómetros para poder realizar una visita.

Por los derechos de los presos, 48 personas se movilizaron ayer en Txantrea, Arrosadia 13, Donibane 47 e Iturrama 32.