Los aspirantes presidenciales Bernie Sanders y Ted Cruz se anotaron importantes triunfos el sábado en un puñado de primarias en cinco estados, aunque los mayores trofeos cayeron en manos de Hillary Clinton y Donald Trump.

Cruz, el ultraconservador senador de Texas, se impuso en los caucus republicanos de Maine y Kansas, posicionándose como el más claro rival de Trump. Saboreando sus triunfos en las primarias de Luisiana y Kentucky, los estados que otorgaban la mayor cantidad de delegados de la jornada, el magnate inmobiliario asumió el desafío.

«Quiero enfrentarme solo a Ted», dijo Trump, quien instó al resto de los aspirantes republicanos, el senador Marco Rubio y el gobernador de Ohio, John Kasich, a abandonar la carrera.

En el lado demócrata, el senador Bernie Sanders ganó los caucus de Kansas y Nebraska, en el centro del país, triunfos importantes pero que no amenazan el liderazgo de Clinton, quien dio nuevos pasos hacia la nominación del Partido Demócrata al llevare las primarias de Luisiana. «La apuesta es cada vez mayor y la retórica que escuchamos del otro lado se sigue hundiendo más», dijo Clinton en Michigan, donde ayer se enfrentó a Sanders en un nuevo debate televisado.

La campaña de Sanders perdió fuerza tras la abrumadora victoria de Clinton el «Supermartes», cuando ganó en siete de los once estados en liza. Pero el senador de Vermont no abandonó y rápidamente dio un impulso a sus aspiraciones. «Tenemos el impulso. Estamos de camino a la victoria. Nuestra campaña apenas está despegando vamos a ir a por todas», escribió.