GARA
TOKIO

Fukushima sigue matando, pese a los billones de yenes gastados

Los japoneses rindieron ayer homenaje a las víctimas del tsunami ocurrido cinco años antes, una catástrofe que dejó 18.500 muertos (en el más optimista de los balances) y causó un accidente nuclear cuyas consecuencias siguen siendo letales para parte de la población, además de mantener sin seres humanos a una considerable zona del ya reducido territorio nipón.

Se guardó un minuto de silencio a las 14.46, hora exacta en la que cinco años antes se registró el terremoto de 9 grados que desencadenó la peor tragedia de Japón desde la II Guerra Mundial.

El Gobierno nipón ha gastado 26 billones de yenes (unos 207.000 millones de euros) entre 2011 y 2015 en la zona afectada y ha presupuestado otros 6,5 billones de yenes (unos 51.030 millones de euros) hasta 2020. Parte de la población se empieza a cuestionar si merece la pena invertir tanto dinero en recuperar unas provincias ya de por sí envejecidas y que sufrían un problema de despoblación incluso antes del terrible tsunami.

«El muro de agua negra»

Pese al frío y la lluvia, miles de familias participaron con flores y velas en homenajes en distintos puntos del nordeste del país. En la región en la que se produjeron más muertos, en Sendai, los supervivientes se concentraron ante una estatua erigida en la playa de Arama, donde hace cinco años gigantescas olas barrieron todo a su paso.

El emperador Akihito, la emperatriz Michiko y el a pesar de todo pronuclear primer ministro, Shinzo Abe, inclinaron sus cabezas en señal de homenaje a las víctimas. «Nunca podremos olvidar las imágenes de ese muro de agua negra», dijo Akihito.