En otras partes no tanto, pero en el Estado español todos y cada uno de los intentos por parte de humoristas televisivos, ya sea en pareja, en solitario o en grupo, se han saldado con sendos fracasos artísticos. Claro que ahora los éxitos comerciales del cine español son de procedencia televisiva, por lo que la aventura iniciada por Andreu Buenafuente y Berto Romero en la gran pantalla parece apuntarse a dicho filón con el respaldo de Atresmedia. Y no parece haber pesado en el animo del dueño de la productora El Terrat, el fracaso reciente de su socio José Corbacho con la desastrosa comedia “Incidencias” (2015). Se supone que prefieren mirar hacia la también reciente “Ocho apellios catalanes” (2015), para así explotar la presencia de Berto en tan taquillera continuación. El papel que hace en “El pregón” no es muy distinto del de hipster de la burguesía catalana que allí acometía, porque aparece como un vegano y heredero de la modernidad de las 90, década en la que formó parte del dúo de música electrónica Super Galactic, algo así como la versión hortera de OBK, por no decir que pudieran ser los mismísimos Azul y Negro. En la actualidad ya ni se habla con su hermano y excompañero de giras cochambrosas, pero volverán a reunirse por dinero al ser contratados como pregoneros de las fiestas de su pueblo. Las costumbres salvajes del lugar, con el maltrato animal y los atracones carnívoros de por medio, intentan servir de contrapunto topicamente cómico.